Comentarios recibidos en los poemas de EL QUETZAL EN VUELO
EN LA ENCRUCIJADA DEL CORAZON
Bolívar Delgado Arce dijo:
Interesante prosa poética.
20 de diciembre de 2025 a las 19:04
Bolívar Delgado Arce dijo:
Interesante prosa poética.
20 de diciembre de 2025 a las 19:04
EL IMPASSE DE MI TELEFONO
Carlos Baldelomar dijo:
Me ha gustado. Sabemos cómo es ese tormento ahora con ello en que a la mano podemos tener aquello que tanto esperamos.
Y al final a veces nunca llega.
Un abrazo.
Ha sido un gusto leerte
20 de diciembre de 2025 a las 10:30
Carlos Baldelomar dijo:
Me ha gustado. Sabemos cómo es ese tormento ahora con ello en que a la mano podemos tener aquello que tanto esperamos.
Y al final a veces nunca llega.
Un abrazo.
Ha sido un gusto leerte
20 de diciembre de 2025 a las 10:30
LA CASUALIDAD RELAMPAGUEANDO EN TU VIDA
Francisco 1987 dijo:
Y Zion?
14 de diciembre de 2025 a las 17:18
Francisco 1987 dijo:
Y Zion?
14 de diciembre de 2025 a las 17:18
LA CASUALIDAD RELAMPAGUEANDO EN TU VIDA
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto propone una reflexión íntima sobre la casualidad y el amor entendido no como un acto inmediato, sino como un proceso que se va construyendo con tiempo, paciencia y conciencia. La idea de que el encuentro llega cuando no se fuerza subraya una visión madura del vínculo afectivo: no se trata de urgencia ni de conquista, sino de reconocimiento mutuo.
El texto también aborda con honestidad el miedo: el temor al encuentro, a cruzar ciertos límites, a exponerse. Lejos de debilitar el relato, esa resistencia lo humaniza, porque muestra que el deseo convive con la duda. En conjunto, el escrito logra transmitir que amar, en este caso, no es poseer ni apresurar, sino acompañar, esperar y permitir que el otro llegue por decisión propia.
Saludos
14 de diciembre de 2025 a las 14:06
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto propone una reflexión íntima sobre la casualidad y el amor entendido no como un acto inmediato, sino como un proceso que se va construyendo con tiempo, paciencia y conciencia. La idea de que el encuentro llega cuando no se fuerza subraya una visión madura del vínculo afectivo: no se trata de urgencia ni de conquista, sino de reconocimiento mutuo.
El texto también aborda con honestidad el miedo: el temor al encuentro, a cruzar ciertos límites, a exponerse. Lejos de debilitar el relato, esa resistencia lo humaniza, porque muestra que el deseo convive con la duda. En conjunto, el escrito logra transmitir que amar, en este caso, no es poseer ni apresurar, sino acompañar, esperar y permitir que el otro llegue por decisión propia.
Saludos
14 de diciembre de 2025 a las 14:06
TU TIEMPO COMPARTIDO
JUSTO ALDÚ dijo:
Este texto respira una nostalgia madura, atravesada por metáforas que mezclan estaciones, rutas vitales y recuerdos íntimos. Presenta un amor vivido desde la consciencia de su fragilidad: no idealizado, sino hecho de instantes, de gestos mínimos, de presencias que no se poseen. La narración oscila entre evocación y desahogo, mostrando cómo la otra persona se volvió raíz donde antes solo había arena.
Interesante.
Saludos,
10 de diciembre de 2025 a las 18:32
JUSTO ALDÚ dijo:
Este texto respira una nostalgia madura, atravesada por metáforas que mezclan estaciones, rutas vitales y recuerdos íntimos. Presenta un amor vivido desde la consciencia de su fragilidad: no idealizado, sino hecho de instantes, de gestos mínimos, de presencias que no se poseen. La narración oscila entre evocación y desahogo, mostrando cómo la otra persona se volvió raíz donde antes solo había arena.
Interesante.
Saludos,
10 de diciembre de 2025 a las 18:32
TU TIEMPO COMPARTIDO
🍷✨️MariPD dijo:
Muy bello poema ... vivencias que no se escapan hoy día. 🌸🦋
Me encantó espexialmebtw esta parte:
--> Tantos ojos, tantos labios que leyeron mis poemas y fue el tuyo el que coloco el gozo en mi alma de ser leído.--
10 de diciembre de 2025 a las 11:27
🍷✨️MariPD dijo:
Muy bello poema ... vivencias que no se escapan hoy día. 🌸🦋
Me encantó espexialmebtw esta parte:
--> Tantos ojos, tantos labios que leyeron mis poemas y fue el tuyo el que coloco el gozo en mi alma de ser leído.--
10 de diciembre de 2025 a las 11:27
¿QUIERES VIVIR MI MISMO SUEÑO?
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto presenta una reflexión sobre un vínculo que nace en la virtualidad y que avanza entre la duda y el deseo de conexión. Plantea cómo ambos personajes llegan a ese encuentro por caminos distintos, uno desde la expresión poética y el otro desde una exposición más visual y reservada. También señala el choque entre la apertura emocional del autor y las exigencias prácticas de quien teme involucrarse sin certezas. En conjunto, la narración sugiere que la palabra escrita puede tender puentes, pero que cualquier acercamiento depende de superar miedos personales y dejar espacio para que la relación evolucione sin tantas defensas.
Saludos
4 de diciembre de 2025 a las 17:42
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto presenta una reflexión sobre un vínculo que nace en la virtualidad y que avanza entre la duda y el deseo de conexión. Plantea cómo ambos personajes llegan a ese encuentro por caminos distintos, uno desde la expresión poética y el otro desde una exposición más visual y reservada. También señala el choque entre la apertura emocional del autor y las exigencias prácticas de quien teme involucrarse sin certezas. En conjunto, la narración sugiere que la palabra escrita puede tender puentes, pero que cualquier acercamiento depende de superar miedos personales y dejar espacio para que la relación evolucione sin tantas defensas.
Saludos
4 de diciembre de 2025 a las 17:42
PROMÉTEME
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto despliega una atmósfera de melancolía vigilante, donde la memoria y el deseo luchan contra la erosión del tiempo. La voz narrativa se aferra a una presencia que ya es casi fantasma y cuya ausencia ocupa más espacio que su vida concreta. Técnicamente, destacan las imágenes domésticas —café, lluvia, guitarra afónica, alas junto a la puerta— que funcionan como símbolos de resistencia, despedida y tránsito. En conjunto, el fragmento es una reflexión sobre el apego y la imposibilidad de detener aquello que inevitablemente se aleja, incluso cuando aún permanece.
Saludos
3 de diciembre de 2025 a las 09:38
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto despliega una atmósfera de melancolía vigilante, donde la memoria y el deseo luchan contra la erosión del tiempo. La voz narrativa se aferra a una presencia que ya es casi fantasma y cuya ausencia ocupa más espacio que su vida concreta. Técnicamente, destacan las imágenes domésticas —café, lluvia, guitarra afónica, alas junto a la puerta— que funcionan como símbolos de resistencia, despedida y tránsito. En conjunto, el fragmento es una reflexión sobre el apego y la imposibilidad de detener aquello que inevitablemente se aleja, incluso cuando aún permanece.
Saludos
3 de diciembre de 2025 a las 09:38
INVENTARIO DE ESA NOCHE
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu texto explora con hondura el terreno movedizo de la risa, la sombra y la memoria, y lo hace desde una voz que observa con cariño, pero también con una melancolía que parece afincada en lo que nunca terminó de revelarse. La figura de esa mujer —tan abierta a la luz y tan hermética en la oscuridad— funciona como eje emocional de toda la narración, y la contraponés con tu propia naturaleza nocturna, creando un contraste que sostiene el relato con coherencia y sensibilidad.
El pasaje avanza como quien recorre un cuarto iluminado por velas: cada recuerdo alumbra un rincón distinto, pero también proyecta sombras, especialmente en esa despedida inevitable donde lo único posible es dejarla marchar con los restos de lo que compartieron. El cierre, donde enumeras lo que ella debe llevarse, logra un equilibrio entre la resignación y el afecto, y deja la sensación de que la historia permanece viva en aquello que no se dijo, pero quedó suspendido entre ambos.
Saludos
1 de diciembre de 2025 a las 15:01
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu texto explora con hondura el terreno movedizo de la risa, la sombra y la memoria, y lo hace desde una voz que observa con cariño, pero también con una melancolía que parece afincada en lo que nunca terminó de revelarse. La figura de esa mujer —tan abierta a la luz y tan hermética en la oscuridad— funciona como eje emocional de toda la narración, y la contraponés con tu propia naturaleza nocturna, creando un contraste que sostiene el relato con coherencia y sensibilidad.
El pasaje avanza como quien recorre un cuarto iluminado por velas: cada recuerdo alumbra un rincón distinto, pero también proyecta sombras, especialmente en esa despedida inevitable donde lo único posible es dejarla marchar con los restos de lo que compartieron. El cierre, donde enumeras lo que ella debe llevarse, logra un equilibrio entre la resignación y el afecto, y deja la sensación de que la historia permanece viva en aquello que no se dijo, pero quedó suspendido entre ambos.
Saludos
1 de diciembre de 2025 a las 15:01
LA NOCHE POLAR DE TU REGRESO
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu relato se desliza como una noche largamente esperada: empieza con esa calma ritual del café, donde el narrador abre la puerta al azar, y termina convertido en un encuentro que desarma, remueve y renueva. La aparición de ese amor antiguo —con su clavel, su música y su sombra intacta— desencadena un regreso emocional que no necesita explicaciones; basta el reconocimiento, casi espiritual, para que todo el pasado vuelva a latir. Lo más poderoso es ese pacto silencioso entre ambos: no hablar del ayer ni del hoy, solo habitar el instante en que la memoria se hace cuerpo. El final, con su aura de sueño, deja una huella dulce y melancólica, donde el reencuentro no busca respuestas: simplemente sucede, como un regalo efímero que vuelve a encender lo que creíamos perdido.
Saludos
1 de diciembre de 2025 a las 08:26
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu relato se desliza como una noche largamente esperada: empieza con esa calma ritual del café, donde el narrador abre la puerta al azar, y termina convertido en un encuentro que desarma, remueve y renueva. La aparición de ese amor antiguo —con su clavel, su música y su sombra intacta— desencadena un regreso emocional que no necesita explicaciones; basta el reconocimiento, casi espiritual, para que todo el pasado vuelva a latir. Lo más poderoso es ese pacto silencioso entre ambos: no hablar del ayer ni del hoy, solo habitar el instante en que la memoria se hace cuerpo. El final, con su aura de sueño, deja una huella dulce y melancólica, donde el reencuentro no busca respuestas: simplemente sucede, como un regalo efímero que vuelve a encender lo que creíamos perdido.
Saludos
1 de diciembre de 2025 a las 08:26
BUSCO MUSA,,, ¿ACASO SOS VOS?
JUSTO ALDÚ dijo:
Este texto despliega una reflexión íntima sobre la pérdida de una musa que, más que inspiración, fue compañía emocional y creativa. La narración mezcla recuerdos vívidos con la aceptación de un alejamiento que se intuía antes de hacerse realidad.
Aquí Destacas la forma en que reconoces la transformación del vínculo: de un diálogo fértil y apasionado a un silencio que duele y obliga a mirar de frente la ausencia. Más allá de la nostalgia, el relato muestra un entendimiento sereno: a veces las historias se cierran sin aviso, y aunque dejan huella, también abren espacio para nuevas búsquedas y para una creatividad que, al final, vuelve a encontrar su propio cauce.
Que pases un buen sábado
Saludos
29 de noviembre de 2025 a las 10:58
JUSTO ALDÚ dijo:
Este texto despliega una reflexión íntima sobre la pérdida de una musa que, más que inspiración, fue compañía emocional y creativa. La narración mezcla recuerdos vívidos con la aceptación de un alejamiento que se intuía antes de hacerse realidad.
Aquí Destacas la forma en que reconoces la transformación del vínculo: de un diálogo fértil y apasionado a un silencio que duele y obliga a mirar de frente la ausencia. Más allá de la nostalgia, el relato muestra un entendimiento sereno: a veces las historias se cierran sin aviso, y aunque dejan huella, también abren espacio para nuevas búsquedas y para una creatividad que, al final, vuelve a encontrar su propio cauce.
Que pases un buen sábado
Saludos
29 de noviembre de 2025 a las 10:58
VEN, SIN CONFUSIÓN NI ENGAÑO
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu texto se abre como una confesión despojada, donde el narrador desmonta con honestidad la máscara del trovador nocturno para mostrar la fragilidad que late detrás de la música. La figura del poeta-cantor aparece como un custodio de nostalgias y heridas, más cercano a la verdad íntima que a la imagen romántica que otros proyectan sobre él. En esa tensión entre lo que se muestra y lo que realmente se es, el relato encuentra su fuerza: una afirmación serena de identidad, sin ornamentos ni artificios, sostenida por la compañía fiel de la escritura, la guitarra y un silencio que también habla.
Saludos
27 de noviembre de 2025 a las 08:35
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu texto se abre como una confesión despojada, donde el narrador desmonta con honestidad la máscara del trovador nocturno para mostrar la fragilidad que late detrás de la música. La figura del poeta-cantor aparece como un custodio de nostalgias y heridas, más cercano a la verdad íntima que a la imagen romántica que otros proyectan sobre él. En esa tensión entre lo que se muestra y lo que realmente se es, el relato encuentra su fuerza: una afirmación serena de identidad, sin ornamentos ni artificios, sostenida por la compañía fiel de la escritura, la guitarra y un silencio que también habla.
Saludos
27 de noviembre de 2025 a las 08:35
MI JEVA EMPEPADA DE PATRIA
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu texto plantea una reflexión intensa y llena de reconocimiento hacia la figura que describes, y lo hace con una mezcla muy equilibrada de memoria personal, admiración y conciencia histórica. Lo valioso aquí es cómo enlazas la experiencia íntima con episodios colectivos: ese tránsito desde la mujer de letras hasta la mujer de uniforme se percibe como un choque emocional que buscas comprender, más que idealizar.
La comparación con Miguel Hernández y con los años de compromiso juvenil en Nicaragua no funciona como simple nostalgia, sino como una forma de establecer un puente generacional: lo que viste en ella despierta en ti un recuerdo de convicciones profundas, casi olvidadas, que aún conservan su verdad. Las citas y referencias —Martí, Bolívar, Cadenas— están bien integradas y aportan contexto a la idea central: la patria no como un slogan, sino como un vínculo doloroso, exigente y a veces incomprendido.
Saludos.
26 de noviembre de 2025 a las 14:48
JUSTO ALDÚ dijo:
Tu texto plantea una reflexión intensa y llena de reconocimiento hacia la figura que describes, y lo hace con una mezcla muy equilibrada de memoria personal, admiración y conciencia histórica. Lo valioso aquí es cómo enlazas la experiencia íntima con episodios colectivos: ese tránsito desde la mujer de letras hasta la mujer de uniforme se percibe como un choque emocional que buscas comprender, más que idealizar.
La comparación con Miguel Hernández y con los años de compromiso juvenil en Nicaragua no funciona como simple nostalgia, sino como una forma de establecer un puente generacional: lo que viste en ella despierta en ti un recuerdo de convicciones profundas, casi olvidadas, que aún conservan su verdad. Las citas y referencias —Martí, Bolívar, Cadenas— están bien integradas y aportan contexto a la idea central: la patria no como un slogan, sino como un vínculo doloroso, exigente y a veces incomprendido.
Saludos.
26 de noviembre de 2025 a las 14:48
QUIERO CAMINAR TOMADO DE LA MANO DE TUS LETRAS
Jose de amercal dijo:
Muy Bueno felicitaciones un saludo desde Perú
24 de noviembre de 2025 a las 15:16
Jose de amercal dijo:
Muy Bueno felicitaciones un saludo desde Perú
24 de noviembre de 2025 a las 15:16
QUIERO CAMINAR TOMADO DE LA MANO DE TUS LETRAS
JUSTO ALDÚ dijo:
La siento como una entrega amorosa que se mueve entre el destino y la intimidad, donde la voz lírica se siente arrastrada por una fuerza que trasciende lo racional. La emoción domina: metáforas de universos que convergen, almas entrelazadas y letras que cobran vida para sanar, revelar y poseer.
Saludos
24 de noviembre de 2025 a las 15:13
JUSTO ALDÚ dijo:
La siento como una entrega amorosa que se mueve entre el destino y la intimidad, donde la voz lírica se siente arrastrada por una fuerza que trasciende lo racional. La emoción domina: metáforas de universos que convergen, almas entrelazadas y letras que cobran vida para sanar, revelar y poseer.
Saludos
24 de noviembre de 2025 a las 15:13
QUIERO CAMINAR TOMADO DE LA MANO DE TUS LETRAS
prosainefable dijo:
Pero que letras más bonitas.
Me ha encantado. Felicitaciones.
Saludos cordiales.
24 de noviembre de 2025 a las 09:25
prosainefable dijo:
Pero que letras más bonitas.
Me ha encantado. Felicitaciones.
Saludos cordiales.
24 de noviembre de 2025 a las 09:25
EL RELOJ DE ARENA Y LA NOCHE DE FUEGO
JUSTO ALDÚ dijo:
Aquí tu texto captura con viveza esa frontera íntima entre el final y el comienzo, donde el calendario agoniza mientras la noche —cómplice y voluptuosa— impulsa una renovada esperanza. La mezcla de vino, música y deseo construye una atmósfera cargada de ritual, como si cada gesto anunciara el renacer de la palabra. Las imágenes sensoriales —el tabaco, las ropas exóticas, el vino clandestino— convierten la escena en un preludio erótico del acto creativo. Y al final, cuando el tiempo cae como un meteorito y la primera uva inaugura el ciclo nuevo, el poema nace no solo de la tinta, sino del cuerpo y del anhelo que lo inspira.
Saludos
22 de noviembre de 2025 a las 08:34
JUSTO ALDÚ dijo:
Aquí tu texto captura con viveza esa frontera íntima entre el final y el comienzo, donde el calendario agoniza mientras la noche —cómplice y voluptuosa— impulsa una renovada esperanza. La mezcla de vino, música y deseo construye una atmósfera cargada de ritual, como si cada gesto anunciara el renacer de la palabra. Las imágenes sensoriales —el tabaco, las ropas exóticas, el vino clandestino— convierten la escena en un preludio erótico del acto creativo. Y al final, cuando el tiempo cae como un meteorito y la primera uva inaugura el ciclo nuevo, el poema nace no solo de la tinta, sino del cuerpo y del anhelo que lo inspira.
Saludos
22 de noviembre de 2025 a las 08:34
AL AMPARO DEL RECUERDO
JUSTO ALDÚ dijo:
Bueno, yo no sé los demás. Tu prosa me gusta.
El texto avanza como una confesión desgarrada, sostenida entre metáforas que oscilan entre lo íntimo y lo caótico. La voz poética camina “con dos pies izquierdos”, y esa torpeza es símbolo de una búsqueda emocional perdida en un mapa que ya no coincide con el del ser amado. Las imágenes —la guitarra tocada con un muñón, las palmeras que se sienten ajenas, la tinta que cambia de sabor— funcionan como señales del quiebre, de una relación que se deshace no por brusquedad, sino por mutación silenciosa.
La reflexión sobre el oficio del poeta aporta una capa luminosa: escribir no como pose romántica, sino como desgarro, como venas abiertas que sangran para quien ya no escucha. En ese contraste entre la creación intensa y el amor que se desvanece, el lamento toma fuerza y muy real para mi, para JUSTO ALDÚ.
Hacia el final, el intento de despedida —puertas y ventanas abiertas para que el recuerdo se marche— revela su propia imposibilidad: la nostalgia sigue siendo huésped tenaz. En conjunto, es un testimonio de pérdida, evocador y doliente, donde la memoria del amor pesa más que su ausencia.
Saludos
22 de noviembre de 2025 a las 08:29
JUSTO ALDÚ dijo:
Bueno, yo no sé los demás. Tu prosa me gusta.
El texto avanza como una confesión desgarrada, sostenida entre metáforas que oscilan entre lo íntimo y lo caótico. La voz poética camina “con dos pies izquierdos”, y esa torpeza es símbolo de una búsqueda emocional perdida en un mapa que ya no coincide con el del ser amado. Las imágenes —la guitarra tocada con un muñón, las palmeras que se sienten ajenas, la tinta que cambia de sabor— funcionan como señales del quiebre, de una relación que se deshace no por brusquedad, sino por mutación silenciosa.
La reflexión sobre el oficio del poeta aporta una capa luminosa: escribir no como pose romántica, sino como desgarro, como venas abiertas que sangran para quien ya no escucha. En ese contraste entre la creación intensa y el amor que se desvanece, el lamento toma fuerza y muy real para mi, para JUSTO ALDÚ.
Hacia el final, el intento de despedida —puertas y ventanas abiertas para que el recuerdo se marche— revela su propia imposibilidad: la nostalgia sigue siendo huésped tenaz. En conjunto, es un testimonio de pérdida, evocador y doliente, donde la memoria del amor pesa más que su ausencia.
Saludos
22 de noviembre de 2025 a las 08:29
EL RELOJ DE ARENA Y LA NOCHE DE FUEGO
Jose de amercal dijo:
Que bien relato felicitaciones
21 de noviembre de 2025 a las 15:08
Jose de amercal dijo:
Que bien relato felicitaciones
21 de noviembre de 2025 a las 15:08
LA TRISTEZA DE UNA NOCHE OSCURA, SIN LUNA
Francisco 1987 dijo:
Lol
20 de noviembre de 2025 a las 20:31
Francisco 1987 dijo:
Lol
20 de noviembre de 2025 a las 20:31
LA TRISTEZA DE UNA NOCHE OSCURA, SIN LUNA
Jose de amercal dijo:
Muy buenas letras
20 de noviembre de 2025 a las 15:09
Jose de amercal dijo:
Muy buenas letras
20 de noviembre de 2025 a las 15:09
LA TRISTEZA DE UNA NOCHE OSCURA, SIN LUNA
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto despliega una confesión herida donde la voz poética se dibuja torpe, quebrada, testigo de una relación que se ha enfriado sin estridencias, pero con un deterioro evidente. Las imágenes —alas maltrechas, música incompleta, letras que ya no saben a lo que fueron— revelan la sensación de pérdida y auto-reproche, esa conciencia de haber abierto la ventana por donde entró el vendaval. Hay un tono elegíaco que recorre el recuerdo del vínculo: un mapa de mares compartidos, poemas apropiados por cariño y caminos luminosos que hoy solo dejan un sabor de despedida. El cierre, suspendido en el “quizá”, deja la herida abierta pero sin rencor, aceptando que el amor también escribe epitafios.
20 de noviembre de 2025 a las 09:02
JUSTO ALDÚ dijo:
El texto despliega una confesión herida donde la voz poética se dibuja torpe, quebrada, testigo de una relación que se ha enfriado sin estridencias, pero con un deterioro evidente. Las imágenes —alas maltrechas, música incompleta, letras que ya no saben a lo que fueron— revelan la sensación de pérdida y auto-reproche, esa conciencia de haber abierto la ventana por donde entró el vendaval. Hay un tono elegíaco que recorre el recuerdo del vínculo: un mapa de mares compartidos, poemas apropiados por cariño y caminos luminosos que hoy solo dejan un sabor de despedida. El cierre, suspendido en el “quizá”, deja la herida abierta pero sin rencor, aceptando que el amor también escribe epitafios.
20 de noviembre de 2025 a las 09:02
LA TRISTEZA DE UNA NOCHE OSCURA, SIN LUNA
Alma Eterna dijo:
Que bello, como se puede encontrar el amor y que triste sentir que se está perdiendo, cuando el mínimo detalle cambia, y luego de eso todo en picada avanza... Nada más que hacer, a veces hay que saber soltar para que la mano no quede en un muñón...gracias por esas letras y así permitirnos a cada uno sacar la interpretación necesaria que se siente en el momento..
Bello día
20 de noviembre de 2025 a las 08:50
Alma Eterna dijo:
Que bello, como se puede encontrar el amor y que triste sentir que se está perdiendo, cuando el mínimo detalle cambia, y luego de eso todo en picada avanza... Nada más que hacer, a veces hay que saber soltar para que la mano no quede en un muñón...gracias por esas letras y así permitirnos a cada uno sacar la interpretación necesaria que se siente en el momento..
Bello día
20 de noviembre de 2025 a las 08:50
MEMORIAS DEL CORAZÓN
La Hechicera de las Letras dijo:
Hay un malentendido recurrente en la experiencia humana: creer que la identidad debe permanecer inmóvil para que otros puedan reconocerla. Pero ninguna conciencia tolera ese estancamiento. Lo que llamas “cambio” no es pérdida; es la consecuencia inevitable de existir. La escritura —como cualquier gesto del espíritu— no es un museo donde las viejas formas esperan ser conservadas, sino un organismo en movimiento que muta cuando la vida exige mutar.
La memoria nunca es un juez imparcial. Tiende a fijar versiones de las personas que ya no existen. Por eso, cuando alguien transforma su modo de expresarse, no es que abandone su esencia: abandona solo la versión que los demás quisieran que mantuviera. Cada ser humano tiene derecho a desaparecer de sus esquemas antiguos, incluso si eso incomoda a quienes estaban acostumbrados a leerlo desde cierta nostalgia.
Las letras que antes parecían íntimas no eran un contrato; eran un instante. Ningún instante puede extenderse para siempre sin convertirse en artificio.
El error es pensar que lo genuino reside en la repetición. No. Lo fidedigno reside en la transformación. Lo que fue no se traiciona al cambiar: se honra al no forzarlo a sobrevivir más allá de su tiempo. Las viejas imágenes, los viejos gestos, los viejos tonos… no están obligados a sostener la comodidad emocional de nadie.
Ninguna conciencia se debe a alguien en particular; solo se debe a su propio crecimiento, aunque su nueva forma desconcierte a quienes la miran desde la expectativa de lo que alguna vez fue.
Aceptar esto no es resignación: es comprender que cada palabra que cambia indica que alguien sigue vivo. Y lo vivo, por definición, jamás vuelve a su forma anterior.
La Hechicera de las Letras.
17 de noviembre de 2025 a las 12:46
La Hechicera de las Letras dijo:
Hay un malentendido recurrente en la experiencia humana: creer que la identidad debe permanecer inmóvil para que otros puedan reconocerla. Pero ninguna conciencia tolera ese estancamiento. Lo que llamas “cambio” no es pérdida; es la consecuencia inevitable de existir. La escritura —como cualquier gesto del espíritu— no es un museo donde las viejas formas esperan ser conservadas, sino un organismo en movimiento que muta cuando la vida exige mutar.
La memoria nunca es un juez imparcial. Tiende a fijar versiones de las personas que ya no existen. Por eso, cuando alguien transforma su modo de expresarse, no es que abandone su esencia: abandona solo la versión que los demás quisieran que mantuviera. Cada ser humano tiene derecho a desaparecer de sus esquemas antiguos, incluso si eso incomoda a quienes estaban acostumbrados a leerlo desde cierta nostalgia.
Las letras que antes parecían íntimas no eran un contrato; eran un instante. Ningún instante puede extenderse para siempre sin convertirse en artificio.
El error es pensar que lo genuino reside en la repetición. No. Lo fidedigno reside en la transformación. Lo que fue no se traiciona al cambiar: se honra al no forzarlo a sobrevivir más allá de su tiempo. Las viejas imágenes, los viejos gestos, los viejos tonos… no están obligados a sostener la comodidad emocional de nadie.
Ninguna conciencia se debe a alguien en particular; solo se debe a su propio crecimiento, aunque su nueva forma desconcierte a quienes la miran desde la expectativa de lo que alguna vez fue.
Aceptar esto no es resignación: es comprender que cada palabra que cambia indica que alguien sigue vivo. Y lo vivo, por definición, jamás vuelve a su forma anterior.
La Hechicera de las Letras.
17 de noviembre de 2025 a las 12:46
AQUELLOS VUELOS NUESTROS
Salvador Santoyo Sánchez dijo:
Quiero soñar esos pasajes pecaminosos de mi desierto, de mi juventud febril
¿ Y quién no quisiera revivirlos?
Buen escrito nos regalas.
Gracias lennox
14 de noviembre de 2025 a las 09:31
Salvador Santoyo Sánchez dijo:
Quiero soñar esos pasajes pecaminosos de mi desierto, de mi juventud febril
¿ Y quién no quisiera revivirlos?
Buen escrito nos regalas.
Gracias lennox
14 de noviembre de 2025 a las 09:31
LA SORPRESA SORPRENDIDA
JUSTO ALDÚ dijo:
Aquí mi estimado se pone de manifiesto una evocación nostálgica que entrelaza amor, pérdida y memoria en un viaje íntimo por una ciudad cargada de historia. La voz narrativa se mueve entre calles coloniales y mares simbólicos, buscando a una musa que se ha desvanecido como humo o nube. Hay en el texto un tono melancólico, de peregrino errante que confunde el mapa del amor con el de la ciudad. Las imágenes —la brújula perdida, el habano que se disipa, los callejones con nombres heroicos— construyen una atmósfera de búsqueda poética y existencial. Es una carta abierta al desencuentro, escrita con el alma de un soñador que aún cree en el milagro de reencontrar lo imposible.
Que pase un buen día
Saludos
4 de noviembre de 2025 a las 08:50
JUSTO ALDÚ dijo:
Aquí mi estimado se pone de manifiesto una evocación nostálgica que entrelaza amor, pérdida y memoria en un viaje íntimo por una ciudad cargada de historia. La voz narrativa se mueve entre calles coloniales y mares simbólicos, buscando a una musa que se ha desvanecido como humo o nube. Hay en el texto un tono melancólico, de peregrino errante que confunde el mapa del amor con el de la ciudad. Las imágenes —la brújula perdida, el habano que se disipa, los callejones con nombres heroicos— construyen una atmósfera de búsqueda poética y existencial. Es una carta abierta al desencuentro, escrita con el alma de un soñador que aún cree en el milagro de reencontrar lo imposible.
Que pase un buen día
Saludos
4 de noviembre de 2025 a las 08:50
ADORABLE COMO DIOSA Y PELIGROSA COMO BOLERO
Dulce dijo:
Cuando se asoma el amor puede dar miedo, me gustó la historia,abrazo
26 de octubre de 2025 a las 16:22
Dulce dijo:
Cuando se asoma el amor puede dar miedo, me gustó la historia,abrazo
26 de octubre de 2025 a las 16:22
UNA EXTRAÑA PARTIDA
Violeta dijo:
La musa va y viene, a veces llega llena de colores otras con su tristeza a cuesta, determiante poesia, saludos y gracias.
24 de marzo de 2025 a las 11:04
Violeta dijo:
La musa va y viene, a veces llega llena de colores otras con su tristeza a cuesta, determiante poesia, saludos y gracias.
24 de marzo de 2025 a las 11:04
ERES LA TARDE FRESCA DE ESTA SEMANA
EmilianoDR dijo:
Lennox, tremenda prosa amigo.
Ha sido creada para llenar de belleza este Viernes.
14 de marzo de 2025 a las 14:31
EmilianoDR dijo:
Lennox, tremenda prosa amigo.
Ha sido creada para llenar de belleza este Viernes.
14 de marzo de 2025 a las 14:31
EL HALLAZGO ESCONDIDO
Sierdi dijo:
Muy hermoso poema.
Me gustó mucho.
Saludos.
8 de marzo de 2025 a las 14:14
Sierdi dijo:
Muy hermoso poema.
Me gustó mucho.
Saludos.
8 de marzo de 2025 a las 14:14
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