Los escritores se meten en la campaña española

Ya faltan pocos días y parece que nadie quiere dejar de dar su opinión. El 7 de marzo, España celebrará elecciones generales y se decidirá el futuro de la nación. Por eso, muchos intelectuales han querido manifestar públicamente su apoyo al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al Partido Popular (PP) o a otros de los partidos que presentarán candidatos.

En el caso del PSOE, cerca de 5.000 personalidades han firmado la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ), un documento que, como su nombre lo indica, constituye un respaldo para el actual presidente español José Luis Rodríguez Zapatero. Entre los firmantes se encuentran Pedro Almodóvar, José Luis Cuerda, Víctor Manuel, Jesús Vázquez, Cayetana Guillén Cuervo, Marisa Paredes, Boris Izaguirre y Juan Goytisolo.

Justamente Goytisolo fue uno de los escritores que hizo referencia al debate que protagonizaron ayer Rodríguez Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy. Luego de confesar que se quedó dormido en el medio de las discusiones ya que se encontraba “muy cansado”, el autor catalán opinó que el actual presidente mostraba “más serenidad y menos crispación” que su oponente.

Más allá de su opinión, Goytisolo consideró que se puede ser un buen escritor sin tener compromiso político y sin defender causas justas, mientras que se puede ser un mal escritor defendiéndolas.

Quien ha cambiado de opinión política fue el peruano (nacionalizado español) Mario Vargas Llosa. Aunque en principio había expresado su apoyo al PP, el autor de “La fiesta del chivo” decidió quitárselo y pedir el voto para Unión Progreso y Democracia (UPyD), el partido liderado por Rosa Diez.

Vargas Llosa aseguró que, como liberal, no puede sentirse representado por un movimiento que rechaza la despenalización del aborto, los matrimonios entre homosexuales y el derecho de las parejas gays a adoptar.

Lo curioso es que el filósofo vasco Fernando Savater, uno de los impulsores de la UPyD, se opuso a esta última cuestión (la adopción por parte de homosexuales) por considerarla una “inmoralidad”.