Desde hace algunas horas, los ojos del mundo están puestos sobre el territorio español ya que hoy se produjo en Barcelona un ataque terrorista que provocó la muerte de más de diez personas y dejó numerosos heridos tras el paso de una camioneta que atropelló a gente que paseaba por la zona de La Rambla.
En las redes sociales, numerosas personalidades de renombre internacional han expresado su pesar por lo ocurrido y manifestaron su solidaridad con aquellos que han perdido seres queridos o sufrieron de manera directa las consecuencias de este ataque que, de acuerdo a datos recogidos por El País, ya se ha adjudicado ISIS.
Entre los escritores que, en Twitter, no han sido indiferentes a este dramático y repudiable hecho está la autora mexicana María García Esperón, quien junto a una imagen con un lazo negro en señal de luto deseó a la ciudad afectada “amor, luz y paz”. Su colega Fernando Valverde, en tanto, apoyó a la urbe con una frase sobre el poder del odio, mientras que Rosa Montero describió como “atroz” a este mundo y aseguró sentir una pena “enorme” por lo sucedido. Juan Cruz Ruiz, por su parte, resaltó su cariño por Barcelona y expuso su tristeza frente a tanto “horror” y “muerte”.
También le dedicó unas palabras a lo ocurrido Carles Rebassa, autor que resumió las sensaciones generadas por este atentado en dos palabras: “impotencia” y “tristeza”, además de compartir su ilusión de que, alguna vez, la humanidad pueda vivir con libertad y sin terror. Alexis Díaz Pimienta, asimismo, le envió su solidaridad a las víctimas e hizo uso del término “rabia” y Tatiana Goransky optó por acompañar a la distancia a sus amigos y familiares de España con un “abrazo enorme” y “amor”. Tratando de aportar una cuota de esperanza, Carlos Salem aseguró que habrá “olvido” tanto para el “horror” como para aquellos que lo generan y Laia Soler prefirió enviarle fuerza a su “amada Barcelona” y afirmó tener su corazón “encogido” por semejante atrocidad.
Sin dudas, como ocurre cada vez que un atentado quiere sembrar el terror a nivel mundial, el pesar, la furia y los buenos sentimientos se traducen en mensajes de acompañamiento y ánimo procedentes de diferentes países como respuesta a la maldad de unos pocos.
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