El escritor peruano Juan Manuel Robles es uno de los autores incluidos en la edición 2017 de Bogotá39, la selección de los exponentes literarios menores de 40 años más sobresalientes de América Latina.
Para saber más sobre él y averiguar sus sensaciones frente a este reconocimiento, lo contacté a través de Twitter, red social en la cual el también profesor universitario y columnista de “Hildebrandt en sus trece” ya ha superado los 10.200 seguidores, figurando entre ellos colegas suyos como Luis García Montero, Alberto Olmos, Carmen Boullosa, Claudia Salazar y Antonio Ortuño.
Si después de descubrir sus respuestas breves desean dejarse cautivar por sus obras a fin de estar al tanto de sus habilidades para la escritura, tengan en cuenta títulos como “Lima Freak” y “Nuevos juguetes de la guerra fría”.
– ¿Cómo es, qué características posee, el texto que satisface tus expectativas?
– Un texto me satisface cuando usa la forma, cierta perfección, para alzar vuelo y descolocarte. Cuando es tan sólido que todo empieza a flotar.
– ¿Qué te provoca ser parte de la selección Bogotá39?
– Me provoca preguntarme por ese privilegio de ciertas profesiones (escritores, diplomáticos) en que 39 aún significa ser joven.
– ¿Cuál es la mayor enseñanza que intentas dejarle a tus alumnos?
– Que hay que llevarse bien con la ignorancia. Asumirla. Usarla como se usa una mesa limpia antes de trabajar.
– Cuando la inspiración no llega y te cuesta llenar la hoja en blanco, ¿cómo te las ingenias para revertir la parálisis creativa?
– Escribo de memoria poemas de Eielson o Teillier. Siento esa música ajena en los propios dedos. Robo.
– Escribir, en tu caso: ¿Por qué y con qué objetivo?
– Por capricho o vicio, tal vez por lujo. Para proponer a otros una longitud de onda, un ritmo en el cerebro: colores, sitios, luces, rostros.
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