«El camino de las llamas», de Hugo Wast

«El camino de las llamas», de Hugo Wast Como venimos haciendo cada semana, hoy toca una nueva entrega de el Desván de los Libros Perdidos. Anteriormente hemos hablado sobre obras de Pushkin, Fröbenius, Estévez, Cárdenas de Monner Sans y Jensen (pueden encontrarlas aquí).

Hoy le toca el turno a El camino de las llamas, de Hugo Wast. Seguramente para muchos son un autor y una historia totalmente desconocidos; en mi caso, podría decir que tanto Hugo como su obra fueron encuentros imprescindibles para que me apasionara por el mundo de las palabras. De ahí que considere necesarios incluirlos en este ciclo.

Un libro para abrir surcos

Hugo Wast es un autor que me llegó pronto prontísimo. Empecé a leerlo cuando casi todas las palabras abrían surcos nuevos, cuando las posibilidades expresivas eran reducidas y cada libro un universo de nuevas expresiones que se vendrían conmigo para siempre y que, sin duda, me encaminarían al universo de las letras de forma irremediable.

El camino de las llamas es una de esas historias que te pelan, haciéndote desprenderte de tu yo íntimo para ponerte en un lugar que está siempre fuera, aunque sigues siendo tú: algo muy extraño que solamente aquellos aficionados a la lectura serán capaces de entender con precisión.

En esta obra, como en la mayoría de sus trabajos, Wast pone un énfasis especial en mostrarte a sus personajes; es como si quisiera a toda costa que los quisieras, que te los llevaras, que los adoptaras. Teóricamente es lo que desea todo escritor, pero sólo algunos, como Wast, lo consiguen.

«El camino de las llamas», de Hugo Wast

El camino de las llamas

El camino de las llamas es un sendero secreto que atraviesa la Cordillera de los Andes; con las palabras exactas, Wast consigue atraparnos en un paisaje descrito de forma directa y que sólo podríamos definir con la palabra belleza. Así nos va introduciendo de forma entretenida en una situación histórica hipotética: en un momento en que los vínculos entre Argentina y Chile se han debilitado y que ambos desean descubrir ese camino secreto para aprovecharlo a su favor y vencer militarmente al otro.

Aunque no se deja en evidencia, dadas ciertas descripciones y rasgos toponímicos, se intuye que la acción tiene lugar mayormente en Mendoza, aunque no queda tan claro el momento histórico. Y este es un rasgo muy característico en Wast que siempre me ha gustado; consigue hacer de una problemática propia de una época en particular algo perteneciente a otra época.

El punto de partida es la delicada situación de las relaciones entre ambos países pero teniendo en cuenta que esto ha sido así desde tiempos antiguos, sería difícil valerse de ese detalle para precisar la época en la que ocurre esta historia.

Otro aspecto en las novelas de Wast que me interesan es su empeño por crear personajes femeninos que trascienden a su género y a su tiempo. En El camino de las llamas están Margarita y Matilda, dueñas de un boliche que se encuentra a mitad de la frontera, donde tienen lugar toda clase de encuentro entre contrabandistas, policías, gauchos que han caído en desgracias y también viajeros que deambulan por la cordillera. Matilde es la única que conoce el sendero secreto, se lo reveló su padre antes de morir y ella lo ha mantenido en secreto porque sabe que quien lo conozca jugará con ventaja.

«El camino de las llamas», de Hugo Wast

El patriotismo y los valores humanos

Si bien hay que mencionar que en Wast hay una gran cuota de patriotismo; en su caso podríamos llevar las historias a otros terrenos y no nos resultaría para nada tedioso o repulsivo.

El sentimiento de patria en Wast está vinculado al suelo del que se vive de una forma genuina, primitiva podría decirse, y no se trata de una ideología amasada por la cultura hegemónica; quizás se debe a que muchos de sus escenarios se encuentran alejados de los ejes donde se cuece o elabora la definición del propio término patria.

Por otro lado, en Wast hay una preocupación por los valores humanos en su sentido más amplio. La lealtad, la amistad y el honor son algunas de las actitudes que protagonizan estas páginas en las que vale más un enemigo valiente que un amigo que prefiere hacerse a un lado con tal de no enfrentar una situación que sabe que puede traerle alguna consecuencia negativa.

Hugo Wast fue mi gran compañero de la infancia. Sus obras Flor de durazno, Una estrella en la ventana y Desierto de piedra, fueron verdaderos fogonazos de ilusión que me motivaron a continuar por esta senda de lectora, quizás tan desconocida y misteriosa como ese camino en medio de la Cordillera de los Andes.

Les recomiendo esta novela y todo aquello que puedan leer de este autor argentino.

«El camino de las llamas», de Hugo Wast

Comentarios3

  • Elsy Alpire Vaca

    Qué hermoso el artículo, nos enseña a descubrir singularidades de autores argentinos, Gracias por compartir.

  • esthelarez

    Gracias, Tes.
    bastante interesante.
    Saludos!
    😉

  • Marellia

    Lo leí, muy bueno



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