5 consideraciones al escribir un poema. Poesía V

En el ciclo «Poesía» te dejamos algunas ideas para antes de escribir un poema.

 

Seguimos con este ciclo de recursos poéticos. En esta ocasión vamos a repasar 5 cosas que nos vendría bien tener en cuenta antes de sentarnos a escribir un poema.

Te invitamos a leer los artículos anteriores de este ciclo de «Poesía». Cuáles son los elementos principales de un poema, para qué sirven las pausas y los encabalgamientos y cuáles son los recursos literarios más usados en poesía.

No dejes pasar más tiempo y escribe ese poema que anda rondando tu cabeza.

 

5 consejos para escribir un poema

Si bien en el camino del arte no existen las normas, puesto que al ser algo que nace de nuestra intuición y experiencia sólo nosotros podremos determinar el camino que requiere, no viene mal tener en cuenta algunas ideas para poder trabajar sobre algo más sólido, a fin de conseguir dar lo mejor de nosotros en cada obra.

A continuación te apuntamos 5 ideas que consideramos importantes a la hora de analizar un poema, que pueden ser muy útiles también para escribir uno.

1. Cuidar el mensaje

Una de las primeras cosas que debemos analizar es qué queremos contar o compartir con nuestro poema. El mensaje, que muchas veces se mostrará de una forma subterfugia es quizá, la piedra del poema. Si bien una de las cosas fascinantes de la poesía es que cada poema se resignifica y adquiere nueva forma en cada lectura, como escritores debemos tener claro el hilo de lo que vamos a decir. Por eso, tener claro nuestro mensaje puede ser un buen punto de partida a la hora de escribir poesía.

Generalmente, el poema tiene un punto de partida casi mágico: una chispa interior nos invita a perseguir a través de las palabras una idea. Y, como nunca sabemos dónde puede surgir ese deseo de escritura, lo mejor es estar preparados. Lleva siempre contigo papel y boli, para que las ideas poéticas no pasen sin pena ni gloria. Una vez que tienes la idea plasmada, trabaja sobre lo que realmente quieres escribir.

2. Escoger la voz

Lo que decimos debe salir de un lugar. Si en narrativa tenemos que saber desde qué lugar contar (el narrador) en poesía debemos reconocer la voz poética que se dirige al lector. La misma puede ser individual o colectiva, la voz de la experiencia o del deseo, la certeza o la duda. Resolver esto nos será de gran ayuda para darle a nuestro poema el cauce que necesita.

Es fundamental, por tanto, decidir si estará escrito en primera persona, si nos vamos a dirigir directamente al lector o si el lenguaje será más indirecto, es decir, si no irá dirigido a alguien en particular. Una vez que decidimos esto es importante sostener la coherencia en todo el discurso y, si vamos a variar este aspecto, debemos tener una buena justificación. Explorar las múltiples voces es otra alternativa sumamente rica de la poesía.

3. Cuidar la música

Un poema es, en gran medida, su sonido, el enlace de frases que generan cierta musicalidad. Esto, entre otras muchas cosas, ubica a la poesía muy lejos de la narrativa. Cuidar los sonidos y las frases de un poema nos va a ayudar a dotarlo de una música auténtica, que permite el disfrute y la comprensión de los lectores.

En este punto debes tener en cuenta que, a veces, tirar de los recursos literarios puede ser de gran ayuda para establecer juegos de palabras que colaboren con la musicalidad, y te permitan hacer un poema contundente.

4. Determinar la forma

Música y voz poética se concatenan en la forma del poema. Saber encontrar la métrica y el ritmo de nuestro poema es otro de los aspectos fundamentales para conseguir un buen resultado. Esto no necesariamente exige una forma restringida en sílabas, un poema libre también tiene su forma y su sentido estructural. Resolver qué utilidad le daremos a los signos de puntuación (o a su ausencia) es otro de los temas fundamentales a la hora de pensar en la forma.

5. Practicar en voz alta

Una vez que tenemos listo el primer borrador del poema puede ser muy útil leerlo en voz alta, para poder analizar con detenimiento todos los aspectos antes señalados y comenzar a corregir.

Si bien la poesía puede leerse en voz baja es seguramente uno de los géneros que más se prestan para la escucha y la interpretación en voz alta. Escucharnos en esa primera lectura es muy importante para saber si hemos conseguido la sonoridad que deseábamos, y corregir aquellos puntos flojos.

Y no te olvides de que corregir es muy importante. No dejar los poemas tal cual salen; porque es la única forma de darles la fuerza y el sentido que se merecen.



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