Las pausas en un poema (Poesía II)

 
Continuamos con los textos sobre poesía. En nuestro primer artículo hablamos sobre la diferencia entre un texto poético y la prosa y analizamos las partes de un poema. En esta ocasión hablaremos sobre la pausa, uno de los elementos fundamentales de un poema. ¿Sabes cuál es su importancia? Te lo contamos brevemente.
También analizaremos los distintos tipos de pausa que puedes encontrarte al leer un poema.

 

Tipos de pausa de un poema

La pausa es un elemento fundamental en un poema. No tiene el mismo propósito en este género que en la prosa. En poesía la pausa responde a una estructura y debe restringirse a la segmentación del ritmo. Esto si bien establece una relación con la sintaxis, es mucho más estructural, es decir, muchas veces, aunque la sintaxis difiera, no lo hace la segmentación ni las pausas. Podría decirse que es un descanso que se ubica en un determinado lugar del texto, para otorgar un sentido o colaborar con el buen desempeño del ritmo.

Existen dos tipos de pausa bien definidas en la poesía. Las pausas de métrica y las pausas de sintaxis. Dentro de cada una encontramos algunas subdivisiones. Encontramos así la pausa versal (ubicada al final de un verso) y la estrófica (se encuentra al final de una estrofa). Un tercer tipo de pausa se conoce como media (establece pausas en partes menores, es decir, divide las estrofas o versos en más segmentos).

La pausa sintáctica, por su parte, es aquella que aparece en el texto orientada por los signos de puntuación. Es aquella que se encuentra vinculada al sentido del poema y no a su ritmo. Entre ambas se establece una relación estrecha que otorga la musicalidad y el sentido a la poesía. En algunos poemas ambas pausas coinciden, pero no necesariamente tiene que darse así. Cuando existe una discordancia entre ambas se produce lo que en poesía se conoce como encabalgamiento.

Hay que señalar que todos los poemas, independientemente de lo alineados que estén a una métrica clásica o de lo libres que sean, mantienen una importante relación entre sus frases y sus pausas: es fundamental para poder leer correctamente.

Para mayor claridad, te dejaremos un ejemplos. Tomemos esta estrofa de Jorge Manrique. Vemos que se encuentra dividida en seis versos: dos octosílabos que son seguidos de un verso tetrasílabo (se les llama quebrados no sólo por que son más cortos sino porque al leerlos, da la sensación de que se nos están quedando fuera algunas sílabas para completar el verso). Las pausas versales en esta estrofa son al finalizar cada verso. Las pausas sintácticas las podemos reconocer por los signos de puntuación (después de la coma, el punto y coma y el punto). También encontramos una pausa media, después del tercer verso (en este caso se encuentra marcada por el punto y coma pero no siempre se señala este tipo de pausa). Al final del fragmento tenemos una pausa estrófica.

Hemistiquios y cesura

Ahora bien, las pausas dentro de un verso, dependiendo de su extensión puede dividirlo en varias partes. Los versos compuestos pueden dividirse en dos o más partes, cada una de ella se denomina hemistiquio. Actúan con una estructura independiente, como si fueran versos autónomos, y deben mantener una relación de métrica y rima con el resto del poema. Respetando los finales agudos, graves o esdrújulos. Dependiendo de la tradición en la que se encuentre inscrito el poema, las normas a respetar serán unas u otras.

De este modo, en algunos casos nos encontramos con hemistiquios de igual cantidad de sílabas y otros dispares. Cuando la métrica es idéntica se habla de isostiquios (tenemos el mejor ejemplo en el verso alejandrino, de 7 sílabas) y cuando es desigual se les llama heterostiquios. Asimismo, cada hemistiquio tiene una ruptura interior que se denomina cesura y que, generalmente, cae en la mitad del verso.

En versos largos no compuestos, la pausa se ubica generalmente por la mitad, para dividir el fragmento en partes menores. No obstante, no existe una norma estática, es una pausa optativa. Suele ubicarse después de una palabra con acento importante cuando los versos son largos.

Si nos fijamos, por ejemplo en las silvas de Calderón de la Barca encontramos que se da una alternancia de versos heptasílabos y endecasílabos. En este caso, la cesura se ubica a la mitad del segundo y el cuarto verso, y viene acompañado de una rima consonante.

Y hasta aquí lo dejaremos por hoy. Continuaremos analizando los aspectos significativos de un poema para ayudarte a mejorar tu comprensión lectora. ¿Te ha servido este artículo? Coméntanos lo que desees para seguir mejorando.



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