Olga Larionova

La ciencia ficción se volvió un poco más rica y diversa desde que la autora rusa Olga Nikoláievna Lariónova decidió poner su talento narrativo y creatividad artística al servicio de este género que también cultivaron, a lo largo de la historia, figuras como Isaac Asimov, Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke.

Sobre Larionova se sabe que nació el 16 de marzo de 1935 en Leningrado, que asistió a la Universidad Estatal de San Petersburgo y que antes de triunfar como escritora (actividad que le permitió abordar, por ejemplo, la temática extraterrestre y cuestiones vinculadas a la ética del ser humano) trabajó en el Instituto de Investigación Científica de Metalurgia y Soldadura.

Su primer relato de ciencia ficción se conoció en 1964, tres años antes de animarse a abordar la escritura de modo profesional. Con el tiempo, pues, su producción literaria se ampliaría con propuestas como «El leopardo de la cumbre del Kilimanjaro», «La fórmula del contacto» y «Donde pasa la caza real».

Si bien a medida que su popularidad creció, varios de sus libros comenzaron a ser traducidos a múltiples idiomas para permitir que lectores de todas las nacionalidades apreciaran sus relatos, hoy en día puede decirse que sus mejores aportes al mundo de las letras han sido las series bautizadas como «El Kreg portador de la corona», «Laberinto para trogloditas» y «Signos del zodíaco». Dentro de estas colecciones, es posible hallar títulos como «El Evangelio según el Kreg», «La sonata del mar», «El cuento de los reyes» y «La creación de los mundos».

En reconocimiento a su buen desempeño como narradora, Olga Larionova, quien en el año 2000 abandonó San Petersburgo para instalarse en Moscú, ha recibido galardones como el Premio Aelita y el Premio Peregrino.



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