El 5 de diciembre de 1830 llegó al mundo, en la ciudad peruana de Lima, el escritor y diplomático Manuel Nicolás Corpancho Alarcón. Este descendiente de la pareja conformada por María Alarcón y el médico Carlos Corpancho hizo estudios de Medicina para cumplir el deseo de su progenitor pero poco después interrumpió su formación para dedicarse en exclusiva a la creación literaria, su verdadera pasión.
En 1847, “El Ateneo Americano” publicó en una de sus páginas “Oda a América”, la primera obra poética de Corpancho. Meses más tarde, junto a otros amantes del mundo de las letras, el autor fundó un periódico que se conoció con el nombre de “El Semanario de Lima”. Pero fue recién a comienzos de 1851 cuando su figura adquirió una mayor trascendencia, gracias al éxito cosechado con el estreno teatral de “El poeta cruzado”.
Tras pasar un tiempo en territorio europeo para ampliar sus conocimientos en materia de salud, regresó a su tierra natal y se casó. En 1857 se desempeñó como secretario del entonces presidente Ramón Castilla y, en 1858, representó a la provincia peruana de Yauyos como diputado. Con los años, Corpancho sería además cónsul general en México y viajaría a distintos países por misiones diplomáticas.
Cabe resaltar que, en su rol de escritor, además de crear los títulos mencionados líneas arriba este intelectual enriqueció su producción con “El templario o los godos en Palestina”, “Olaya o el barquero y el virrey”, “Brisas del mar”, “Magallanes”, “Lira patriótica del Perú” y “Ensayo literario sobre la poesía lírica en América”, por mencionar otras propuestas de su autoría.
La vida de este poeta, según se advierte al repasar archivos, terminó de modo trágico el 13 de septiembre de 1863, cuando el barco en el cual viajaba con destino a La Habana (Cuba) se incendió por completo.
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