Patrocinio Gil consigue el Premio de Poesía Fray Luis de León

Más de setenta trabajos compitieron en la más reciente edición del Premio de Poesía Fray Luis de León, un concurso organizado en conjunto por el Ayuntamiento de Madrigal de las Altas Torres y la Diputación de Ávila. El certamen, en esta ocasión, permitió distinguir a varios autores, pero el premio mayor (recompensa de mil euros) se lo llevó el escritor español Patrocinio Gil Sánchez, creador de un poema bautizado como “A los ojos de Hirayama Nirko”.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAPara dar a conocer el fallo, se organizó hace algunas horas una rueda de prensa a cargo de Agustín González, quien preside la Diputación de Ávila. En ese marco, indica el diario ABC, se pudo saber que Gil Sánchez (nacido en Ávila pero afincado hoy en día en el municipio de Llodio) firmó su propuesta con el seudónimo de Mármara.

Asimismo, se informó que Miguel Sánchez Robles, oriundo de Murcia, se hizo merecedor de un estímulo de ochocientos euros por haber quedado en segundo lugar con un material presentado como “Madrigal para una joven muchacha recién salida del mar”.

Tras resaltar además que hubo por parte del jurado tres menciones especiales (destinadas a realzar las figuras de Tomás Sánchez García por “Un amor amargo y frío”; Juan José Vélez Otero por “Madrigal del dolor de la ausencia” y de David Coll Rodríguez por “Los besos de la amada”), los impulsores de este galardón anunciaron que los premios se entregarán oficialmente el próximo domingo, en una ceremonia que tendrá lugar en el Real Hospital de Madrigal de las Altas Torres.

Cabe recordar que tanto Patrocinio Gil Sánchez como Miguel Sánchez Robles ya habían resultado favorecidos en este concurso el año pasado, aunque a diferencia de esta edición, en el pasado apenas habían logrado, respectivamente, el segundo lugar y una mención de honor. Esta vez, tal como se deduce de la realidad, ambos tuvieron revancha y lograron superarse a sí mismos.

Comentarios1

  • Raoul Shade

    Fray Luis de León, según Borges “el mayor poeta español”, era, afortunadamente, algo ajeno a las tertulias literarias y premios, por eso tuvo que ser rescatado del olvido total por Quevedo. Crear premios con su nombre contradice su estilo de vida espiritual. Su ascendencia hebraica y estudios hebraicos (La Biblia) -- incluso por usar el método escriturario de la cábala - le costaron casi cinco años de cárcel en la Inquisición de Salamanca. También se le acusó de querer corregir la Vulgata.
    “Desnudéme mi vestidura: ¡cómo me la vestiré? Lavé mis pies: ¿cómo los ensuciaré?”



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