Tiene experiencia como autor, aprovecha su actividad como profesor para transmitir sus saberes y conoce en profundidad el ámbito literario por ser librero. En su cuenta de Twitter, donde más de seis mil personas lo leen a diario, informa que le gusta la poesía y que está interesado tanto por la historia de la cultura como por la del libro. Estas razones y sus ganas de seguir enriqueciendo al mundo de las letras han transformado al venezolano Ricardo Ramírez Requena en el protagonista de la tuittrevista de esta semana.
En Poemas del Alma, como recordará más de uno, el autor había sido mencionado meses atrás por tener en su haber el Premio Transgenérico y por su participación en la edición 2017 de la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (FILUC).
Si después de leer esta nota quieren mantenerse en contacto con el creador de títulos como “Maneras de irse” y “Constancia de la lluvia”, tengan en cuenta el blog de Ricardo Ramírez Requena: Rafagasegunda.
– La poesía, en tu caso, ¿dónde, cuándo, cómo y por qué?
– La poesía llegó por mi madre, una antología de Fernando Pessoa, y una amiga de la adolescencia. Tenía 16 años cuando escribí mi primer poema. No pude creerlo. Quería decir muchas cosas, expresarme. El arte de la poesía vino luego.
– Además de lectores tienes alumnos… ¿Qué ideas, mensajes o conceptos intentas dejarles, ya sea desde un libro o en una clase?
– Trato de transmitirles que es un oficio y que la poesía, como dice Rafael Cadenas, son palabras llenas de lados. Está para el momento en que la necesites. Y que hay que leer mucha poesía, para ver la abierta dimensión de lo humano.
– Según tu experiencia, ¿es más sencillo empezar o terminar un poema? ¿Razones?
– Creo que es más sencillo comenzarlo que terminarlo. Son retos, ambos. Lo maravilloso está en seguir el dictado de la lengua mientras el poema avanza. Ver qué te dictan. Y anotarlo.
– Siendo librero y escritor, ¿cuál es la obra que consideras de lectura imprescindible para toda persona? ¿Motivos?
– Es fundamental leer a Shakespeare, Montaigne, Dickens, Borges, autores importantes para mí. Enseñan las amplitudes del pensamiento, la locura humana, el humor y la sensatez. Los dos últimos, en especial, son cruciales para el diario vivir.
– ¿Cómo está, desde tu punto de vista, el panorama literario actual en Venezuela?
– Muy desolado. La industria editorial se ha reducido considerablemente. Aun así, hay iniciativas que tratan de consolidarse. Y los autores venezolanos siguen escribiendo, dándose a conocer y publicando afuera. La poesía venezolana goza de buena salud; nuestra industria, no.
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