Acento ortográfico y acento prosódico

Acento ortográfico y acento prosódico

Cuando mi madre hacía verduras hervidas, que después transmutaban a puré o croquetas, para mí era la gloria. Me encantaba esa capacidad de los alimentos para volverse otros, para crecer, para cambiar, para adquirir otra forma, otro color incluso otro sabor. Sus bocadillos eran la gloria para mí, siempre restos de comidas anteriores. A veces me imagino el lenguaje del mismo modo.

En los últimos años la RAE ha tomado diversas decisiones en torno a la acentuación; eliminando la tilde de los demostrativos y generando un gran revuelo en los apasionados de la lingüística.

Existen quienes se niegan de forma acérrima a todo cambio, sosteniendo que no traen nada nuevo (opuestos al cambio no a «estos» cambios), otros asumen que si la RAE lo dice así debe ser y lo aceptan (no se plantean las complicaciones que pueden traer en el lenguaje) y hay un tercer tipo de personas que se plantean los cambios e intentan ver si pueden ser positivos o no.

La lengua es un sistema abierto que se modifica, porque también cambia nuestra forma de comunicarnos con el tiempo, porque nada es eterno ni perfecto. No obstante, amoldarnos sistemáticamente a los cambios sin plantearnos sus complicaciones puede llevarnos a aceptar alteraciones que empeoren nuestra comunicación, entorpeciéndola.

Había pensado en un texto sobre las nuevas (ya no tanto) reglas de la RAE, que aún se siguen discutiendo por ahí; pero se me ha ocurrido que mejor hablemos primero sobre los conceptos básicos de acentuación, para volver en un futuro cercano y poder entablar un análisis más certero. Así que, aquí está. Espero que les guste.

Acento ortográfico y acento prosódico

Tipos de acentos

Los acentos se clasifican de diversas formas. A continuación hablaremos sobre cada uno de ellos.

Se llama acento prosódico a la sílaba que en una palabra tiene una mayor intensidad; todas las palabras tienen una sobre la que cae el énfasis de toda la palabra. Este acento puede ser gráfico o no; es decir que todas las palabras lo tienen, tanto aquellas que llevan tilde como las que no.

El acento ortográfico, al que también se le llama directamente tilde, se caracteriza por la virgurilla (una rayita corta que se coloca sobre una vocal) que acompaña la sílaba prosódica de una palabra. No todas las palabras tienen acento ortográfico; para saber si una palabra debe llevarlo o no es necesario revisar las reglas de acentuación de las palabras.

Existe otro tipo de acento que se conoce como diacrítico y que no responde a las reglas de acentuación normales. Algunas palabras pueden variar su significado si se las acentúa ortográficamente o no, aunque la sílaba tónica sea la misma en ambas formas. Los pronombres posesivos son un claro ejemplo de acentos diacríticos (tú / mí).

Acento ortográfico y acento prosódico

Agudas y monosílabos

Las palabras se dividen en cuatro clases, dependiendo de cuál sea su sílaba con mayor intensidad, también conocida como sílaba tónica: agudas, graves o llanas, esdrújulas y monosílabas.

Las palabras agudas son las que se acentúan en la última sílaba y deben llevar tilde si concluyen en n, s o vocal únicamente. Las siguientes son palabras agudas: comerá, mayor, bebé, cantar, dominó, .

En el caso de las monosílabas, aunque antiguamente algunas iban acentuadas, en la actualidad se ha eliminado el acento ortográfico de todas. Aquí dejamos cinco palabras monosilábicas: pie, fe, vals, tos, pan.

Hay que hacer otra excepción. Aquellas palabras que terminan en los siguientes diptongos tampoco deben acentuarse: ay, ey, oy, uy, au, eu, ou. Algunos ejemplos son caray, jersey, Eloy. Tampoco si terminan en s pero esta es precedida por otra consonante; como por ejemplo: robots, argots.

Acento ortográfico y acento prosódico

Llanas o graves y esdrújulas

Las palabras graves o llanas son aquellas que tienen el acento prosódico en la penúltima sílaba y llevarán acento ortográfico en caso de no terminar en n, s o vocal, únicamente. Las siguientes son palabras llanas: trébol, madre, mármol, escuela, carácter.

Las palabras esdrújulas son las que se acentúan en la antepenúltima sílaba. Estas últimas siempre deben acentuarse. Entre las palabras esdrújulas podemos citar: esdrújula, epíteto, cóncavo, mecánico, barbitúricos.

Existe, no obstante, una excepción a la regla inamovible de la acentuación en esdrújulas; la misma se presenta cuando se trata de tildar los adverbios terminados en mente. En este caso, la acentuación se rige por la regla gramatical a la que responden los adjetivos que los conforman. ¿Por qué? Según podemos encontrarlo en cualquier libro de reglas gramaticales; la razón reside en que se trata de palabras compuestas por lo que poseen dos sílabas tónicas (la del sustantivo y la de la terminación mente).

Mente es una terminación compositiva que sirve para crear adverbios al unirse a un adjetivo. Se trata de una palabra llana que, como termina en vocal, no debe ser acentuada ortográficamente.

Acento ortográfico y acento prosódico

Aunque a simple vista estos adverbios parezcan palabras esdrújulas, en realidad no es así: como ya lo hemos dicho, son palabras compuestas.

A continuación citamos cinco adverbios de este tipo que no deben acentuarse ortográficamente: actualmente, cordialmente, felizmente, legalmente, vorazmente.

Y aquí otros cinco que deben acentuarse porque el adjetivo del que parten lleva tilde: tímidamente, fácilmente, clínicamente, ortográficamente, semánticamente.

El lenguaje, como la comida de mi madre, cambia. Pero es importante saber escoger con qué restos hacer cada comida, para que realmente dicha transmutación valga la pena. Creo que criticar, analizar y replantearse cada una de las modificaciones y sostener aquello que creemos es la mejor forma de hacerle bien al lenguaje.

Acento ortográfico y acento prosódico

Comentarios6

  • esthelarez

    excelente y oportuno resumen
    respecto a las modificaciones actuales de la RAE (propuestas o realizadas), considero que se debe mirar a quienes están en tal labor y también la funcionalidad de los mismos cambies tanto en la lengua hablada como escrita
    .
    Entretanto: “Amanecerá y veremos” dijo el ciego y ya sabemos el final
    .
    Gracias por la comunicación en el artículo: clara, simple, concreta y directa

    • Tes Nehuén

      ¡Muchas gracias por tu aporte, Esthelarez! Sí, sin duda uno puede tener una opinión particular respecto al uso de la lengua pero quienes trabajan en la recopilación de los usos saben por qué lo hacen y, sin duda, saben por qué hacen cada cambio. Un abrazo gigante.

    • Beatriz Blanca

      Excelente explicación de los cambios en nuestra lengua. Muy agradecida.

      • Tes Nehuén

        Gracias a ti, Beatriz por leerme y comentar. Un abrazo.

      • Ca-Yo

        Es un placer compartir tu sopa de letras.

        • Tes Nehuén

          Muchas gracias por todos tus comentarios, CA-YO. Por falta de tiempo no podré responder a cada uno pero te agradezco muchísimo que me leas y te tomes el tiempo de dejarme tus impresiones.
          Un abrazo gigante.

        • la cuerva

          exacto lo que necesito mi acentuacìòn venida a menos

        • Laplumaescribiente

          Excelente publicaciones!! Hay y tengo que aprender a escribir bien como pronunciar bien lo que hablo con lo que escribo, muchas gracias amiga de poemad del alma. Por esta y otras publicaciones☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆!!

        • Francisco Rendón Ramos

          Muy interesante de principio a fin. Pero creo que faltó agregar que, del mismo modo que la regla de las palabras agudas cambia cuando la palabra aguda lleva una letra ese final precedida por una consonante y se acentúan palabras como argots y robots, del mismo modo ocurre una excepción con las palabras graves o llanas terminadas en letra ese y precedidas de una letra consonante, y en estos casos sí se acentúan las muy escasas palabras graves o llanas terminadas en letra ese precedidas por otra letra consonante: bíceps, tríceps, fórceps.



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