Letralia, Tierra de Letras

Entrevistamos a Jorge Gómez Jiménez, creador de Letralia.com.

-Su proyecto nace en 1996, en Venezuela. ¿Qué lo motivó a crear Letralia?

Una conjunción de factores. Años antes contribuí a darle forma a un proyecto similar, pero impreso, que llevaría por nombre Letrarios, y que no cuajó por razones económicas. Toda mi vida he estado ligado a la edición, y cuando digo toda mi vida es en serio, pues mi primer «trabajo» en el área fue doblar los pliegos del periódico El Tabloide, que fundó mi padre en 1975. Me tocó dirigir ese periódico entre 1990 y 1993, cuando tuve que cerrarlo —también— por problemas de dinero. Así que para 1996 ya estaba sintiendo algo de nostalgia por el oficio y por otro lado empezaba a comprender las posibilidades del medio digital. La constatación, a principios de ese año, de que no existían revistas literarias en nuestro idioma que se distribuyeran por correo electrónico, fue el motivo inmediato que me hizo tomar la decisión de inventar la primera.

-Ha recibido varios premios a lo largo de estos 10 años, destacando su reciente calificación como finalista en la categoría Cultura de los Stockholm Challenge 2006, uno de los eventos más importantes de Internet. Me imagino que muchas otras cosas le han pasado en este tiempo. ¿Cuál fue el momento más placentero y más desafortunado en estos 10 años de vida?

Es difícil tomar alguno de los momentos placenteros y ponerle la corona de lo definitivo. Te hablaré de tres, pero son muchos en realidad: el primero fue poco después de la segunda edición, cuando la organización española RedIRIS me propuso distribuir la revista a través de su servidor de correo electrónico, lo que convirtió a la Tierra de Letras en una publicación de rango hispanoamericano; el segundo es en 2003, cuando logré reiniciar el ciclo después de tres años sin publicar la revista, y comprobé que tanto los lectores como los escritores ligados al proyecto estaban ávidos de volver a nuestras páginas, y el tercero, la ceremonia de premiación de los Stockholm Challenge, en aquel salón de resonancia mitológica en el que anualmente se entrega el premio Nobel, un verdadero hito en la historia de la revista y en mi vida. En el rubro de lo desafortunado sí puedo ser más específico: el cierre temporal, pero inevitable, de Letralia, desde 2000 hasta 2003. Fue un período sobrecargado de problemas, del que a estas alturas prefiero ni hablar.

-Cuando uno crea un sitio web espera hacer algún cambio, una diferencia. ¿Cuál piensa que es su aporte al mundo literario en Internet?

Con una Internet aún en su adolescencia, es natural que se establezcan diferencias entre el mundo literario en Internet y el mundo literario así, sin añadidos. Desde el principio he concentrado mis esfuerzos en borrar esa suerte de frontera de papel, pues estoy convencido de que la literatura prevalece sobre el medio en el que se difunde. En diez años he visto las mutaciones de la difusión de material literario en Internet, desde los inicios cuando estas iniciativas no pasaban de ser un titubeante divertimento, hasta el momento actual, con revistas que seleccionan su material con la calidad literaria como criterio principal, construyendo una plataforma de rigor que se equipara con la que en el pasado establecieron las revistas literarias impresas. Mi trabajo se ha enfocado en ello, y si tengo que incurrir en la inmodestia de señalar lo que creo es mi aporte, sería este aspecto.

-Si tuviera que elegir mostrar una sección o nota de Letralia para que la gente conozca más de su proyecto, ¿Cuál sería su recomendación?

La verdad es que Letralia ha crecido tanto que ya no basta con una nota. Claro que hay una sección informativa, llamada “¿Qué es Letralia?”, en la que hemos dejado todas las claves necesarias para quien necesite formarse una visión de emergencia de nuestro trabajo: un documento de preguntas frecuentes, indicaciones para publicar en la revista, índice por edición y por autor y, en líneas generales, todos los elementos que podrían ayudar a, digamos, un periodista, a explicar el proyecto en un par de párrafos, incluyendo vías de acceso y de contacto. Pero es obvio que Letralia abarca mucho más que esas pocas líneas: 146 ediciones (preparo la 147 mientras respondo tus preguntas), más de treinta libros digitales en línea, más de 1.500 enlaces comentados en el directorio Itinerario y espacios para la traducción literaria, el aprendizaje y la interactividad. Así que, a quien llega a los territorios de Letralia por el amor a la literatura, le recomendaría que se olvidara del tiempo y recorriera todo enlace letraliano que le llame la atención, pues al fin y al cabo siempre habrá más.

-Usted mantiene un blog, digamos paralelo, a Letralia (jorgeletralia.blogsome.com). ¿Qué lo motivó a separar este contenido de la web principal de Letralia? ¿Cuál fue su experiencia general de manejar un blog?

Bueno, es que ya basta de Jorge Gómez Jiménez en Letralia. Escribo el editorial, las noticias, la sección “Literatura en Internet” y alguna reseña, así que agregarle a eso mis impresiones personales sobre cualquier cosa, me pareció excesivo. Ya mi página personal, con mis cuentos, poemas y otros textos, estaba desligada de Letralia, pues aunque está en el mismo servidor tiene características propias de diseño y contenido. La Tierra de Letras tiene vida propia, y sería deshonesto que aprovechara su inmensa plataforma como un medio de promoción personal. Pero, por otro lado, esta misma postura, un poco al margen de la revista, apareciendo sólo para lo necesario, me dejaba un poco maniatado, impedido para hacer lo que haces cuando tienes un blog, hablarle al público desde la perspectiva de un tipo que escribe y que, claro, en este caso en particular es además el editor de Letralia. Por ello un buen día me dediqué a estudiar los CMS disponibles, en un principio los públicos y gratuitos, porque para ser sincero no tenía certeza de cuánto tiempo iba a estar escribiendo un blog (ya llevo veinte meses y contando). Recuerdo haber dado vueltas por Blogger, Blogia y otros. Finalmente me decidí por Blogsome, que me sigue pareciendo el más personalizable de todos, el último paso antes de instalar un CMS completo bajo un dominio propio. Que ya va siendo hora.

-¿Qué podemos esperar de La Tierra de Letras en un futuro? ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Hay muchos proyectos. El más urgente es un asunto técnico en el diseño de Letralia que, una vez resuelto, nos permitirá automatizar todo el portal, adaptando al ámbito del escritor y del lector diversos servicios que son corrientes en estos tiempos. Entonces la comunidad que hemos creado alrededor de la Tierra de Letras podrá crecer prácticamente sin límites. Pero eso es el futuro y es mejor esperar.

Desde Poemas del Alma recomendamos entren a La Tierra de Letras y conozcan por ustedes mismos este gran rincón literario.

Comentarios2

  • maria ahumada

    Muy cordialmente saludo a quièn dirige està emotiva pagina,me encanto,
    espero seguir navegando, para asi ver si envio unos poemas mios,
    les deseo mucho exito y Felicitaciones...

    saludos ...

  • Walter Vargas Valverde

    Lo felicito por su página. Apenas empiezo como escritor. Toda mi vida la dediqué a mi labor profesional, y ahora quiero recrear mi vida, aprender conocer otras personas y otros mundos. Para gente de mediana edad como yo, encontrar esta ventana al mundo de las letras, hace que uno mantenga la esperanza e ilusión de escribir en cualquier momento. Además, su información en la página, se convierte en un tutor muy inteligente. Muchas gracias!



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