“Quema la nieve” es el poemario que le dio al escritor Mario Lourtau López la posibilidad de conseguir el XXII Premio de Poesía García de la Huerta, galardón que en temporadas pasadas ganaron José Ángel Losada (“Cuadernos de fuego”) y Emilia Oliva García (“Cuerpo sin voz”), por ejemplo.
A raíz de la pandemia de coronavirus debió postergarse la reunión de los integrantes del jurado. El encuentro virtual para definir el fallo de este galardón convocado por el Instituto de Educación Secundaria Suárez de Figueroa ubicado en la localidad extremeña de Zafra, según se informó, se llevó a cabo el pasado 15 de octubre.
En ese contexto, el comité evaluador conformado por el ya mencionado José Ángel Losada, Gema Borrachero, J. Antonio Palomo y Daniel Pardo analizó veinte obras y eligió el trabajo de Lourtau por unanimidad.
Desde el punto de vista de este grupo, este hombre que en 1976 nació en Torrejoncillo combina en las creaciones poéticas que integran su propuesta “intensidad emotiva” y “sencillez”, generando un resultado unificado y coherente. Se trata, de acuerdo al veredicto, de un material que, con “humildad” y “admiración”, homenajea a la poesía que nutre a Mario y que pretende persuadir al lector de que, mediante ella, quizás la inmortalidad sea una realidad.
Vale la pena aprovechar esta novedad para hacer foco en la trayectoria del flamante condecorado, un poeta que se licenció en Filología Inglesa y que además de integrar la Asociación de Escritores Extremeños, se desempeña como profesor.
“Donde gravita el hombre”, “Catálogo de deudores”, “Quince días de fuego” y “La mirada del cóndor” son parte de los libros que permiten apreciar las habilidades de Mario Lourtau López para la escritura. El autor, asimismo, ha realizado colaboraciones en múltiples revistas, tiene versos traducidos a distintos idiomas y algunos relatos y poemas de su producción fueron recogidos en antologías.
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