La actualidad literaria invita a centrar la atención en dos materiales que lograron destacarse entre todos los presentados al Premio de Cuentos Gabriel Miró, certamen convocado por Fundación Mediterráneo que ya va por su edición número sesenta y uno.
Más de 1500 textos compitieron esta vez, indican desde Información.es. El primer puesto, recompensado con cuatro mil euros, lo obtuvo Joaquín Correa Barco, un onubense que cautivó al jurado con una propuesta titulada “Cartas con membrete”. En segundo lugar quedó Miguel Ángel Flores, autor cordobés que, gracias a un relato denominado “El sofá”, accedió a un respaldo económico de dos mil euros.
Inés Chamón Fernández fue la secretaria del comité evaluador que encabezó Joaquín Santo Matas. José Ferrándiz Lozano, Francisco Javier Díez de Revenga Torres, Cristina Llorens Estarelles y Mariano Sánchez Soler, en tanto, actuaron como vocales.
De acuerdo a este grupo, se complicó arribar al veredicto debido a la gran “calidad literaria” de las narraciones postuladas.
En palabras de Correa Barco que fueron recogidas por OndaCero.es, “Cartas con membrete” se caracteriza por hacer convivir el pasado y la actualidad junto a la ficción y el plano real. Tomando como eje correspondencia que un hombre le hace llegar a su nieto, el creador de esta obra genera una especie de “sublimación” de los recuerdos y la memoria. En este contexto, el joven descubre cuestiones de otros tiempos y las intenta reflotar en el presente.
Un universo a explorar debajo de un sofá, en cambio, propone Miguel Ángel Flores. A medida que avanza su cuento, los lectores son testigos de las vivencias y sensaciones de un señor cuya existencia se transforma cuando, de modo casual, posa su mirada en la parte inferior del sillón en el cual se sienta diariamente. Ese fascinante plano lo estimula a ir tras la felicidad sin miedos y a entender la vida desde una perspectiva totalmente diferente a la anterior.
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