Millones de personas aguardaban con ansiedad la publicación de la última obra de J.K. Rowling. Estaba previsto que las nuevas aventuras de Harry Potter iban a quebrar varios récords y a generar historias para la prensa en todo el mundo. Y así fue.
Una vez más, el joven mago fue imbatible en el aspecto comercial. La editorial Scholastic anunció que, en sus primeros diez días de ventas en los EE.UU., se comercializaron 11,5 millones de ejemplares. Sólo el 23 de julio, primer día que estuvo disponible, «Harry Potter and the Deathly Hallows» vendió 8,3 millones de copias. En cuanto a las cifras globales, el libro ha vendido más de 350 millones de ejemplares en todo el mundo.
La pasión por Harry Potter no tiene límites, como pudo verse en la cárcel india de alta seguridad de Tihar (Nueva Delhi). En un principio, las autoridades adquirieron 15 ejemplares del libro para la biblioteca de la prisión. Sin embargo, los convictos solicitaron más libros y se ofrecieron a pagarlos con el dinero que obtienen al trabajar en la cárcel, para de esta forma evitar que alguno de los primeros lectores adelante el final al resto.
El público latinoamericano tampoco quiso quedar fuera del fenómeno. Es por eso que un grupo de fanáticos que no estaba dispuesto a esperar a las editoriales, decidió traducir por su cuenta el libro. El resultado, ilegal por cierto, fue publicado en el blog Spanish Hallows a sólo cuatro días de que la obra saliera a la venta. Sigrid Kraus, de la Editorial Salamandra (que cuenta con los derechos del libro), aseguró que pedirá la eliminación del blog, pero a la vez manifestó que sabe que ese tipo de traducciones «no son hechas con mala intención».
Más allá de la intención, lo cierto es que la piratería atenta contra el negocio de Rowling y cía. Aunque son tantos los millones que mueve que nada parece afectarlo con gravedad. Según la revista Advertising Age, las ventas de todos los productos relacionados con Potter superan los 15.000 millones de dólares. Los libros se llevan el mayor porcentaje del total (unos 9.000 millones), pero son acompañados por las películas (4.400 millones), los DVDs (1.000 millones) y la renta televisiva (495 millones).
Atentos a la popularidad de la historia, los hackers y delincuentes informáticos también quisieron sacar provecho. Según informó la revista PC World, se encuentra en circulación un virus gusano (W32/Hairy-A worm) que llega vía correo electrónico con la promesa de ofrecer el último capítulo del libro. Al abrir el documento «Harry Potter-The Deathly Hallows.doc», el crédulo usuario encontrará un documento de Word con una única frase: «Harry Potter está muerto». Su PC, por supuesto, ya estará infectada.
Por último, para cerrar esta nota, otra curiosidad. ¿Qué puede ocurrirle a una persona cuyo nombre real es Harry Potter? La respuesta la tiene un empleado retirado del Departamento de Defensa de Estados Unidos, que vive en la ciudad de Brandenton. A sus 78 años de edad, sin haber leído ninguno de los libros ni haber visto ninguna película de la saga, el hombre admite que, con cada novedad de la historia, comienza a recibir llamados telefónicos de miles de niños, pedidos de entrevistas para la TV y hasta le solicitan que firme autógrafos. Los niños que lo ven personalmente, dice, quedan desencantados ya que su apariencia poco tiene que ver con la del joven aprendiz de magia.