Sangre en la piscina, de Agatha Christie

No caben dudas de que la británica Agatha Christie sabía cómo dominar a su imaginación para darle credibilidad a historias espeluznantes donde la muerte era un disparador de intrigas e hipótesis que motivaba a un detective de origen belga a poner su astucia al servicio de una investigación.

Sangre en la piscinaSu talento para cautivar a los lectores a través del accionar de Hércules Poirot se puede apreciar en libros ya mencionados en Poemas del Alma tales como «La muerte de Lord Edgware», «Muerte en las nubes», «Cartas sobre la mesa» y «La muerte visita al dentista» y en otros como «Pleamares de la vida» y «Sangre en la piscina», relatos de los cuales todavía no hemos aportado información en este sitio.

El más antiguo de los trabajos mencionados en último lugar, «Sangre en la piscina», data de 1946. En él, la brillante novelista describió un caso misterioso cuyo escenario fue la piscina de la casa de Lucy Angkatell.

Tras recibir en su casa a Hércules Poirot, la mujer decide desafiar al investigador a través de una escena macabra que, desafortunadamente, termina de la peor forma. Según parece, la idea era simular un asesinato en el área de la piscina, pero algo falla y la actuación concluye con una víctima real.

Mientras su sangre se funde en el agua, John Christow utiliza sus últimas fuerzas para pronunciar una única palabra: Henrietta.

En medio de ese dramático panorama, una pistola llega hasta el fondo de la piscina y será Poirot quien se encargue de sacar a la luz una compleja red de vínculos amorosos que convierte a numerosas personas en sospechosos de un crimen y, a la vez, en víctimas del amor.

Si les agradan las historias misteriosas y disfrutan con los desafíos asumidos por Hércules Poirot, déjense atrapar por el contenido de la fabulosa «Sangre en la piscina».



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