El pintor de la vida moderna, de Charles Baudelaire

Pocos meses habían transcurrido desde la publicación de «Pequeños poemas en prosa» cuando Charles Baudelaire enriqueció al universo literario con una nueva propuesta: «El pintor de la vida moderna».

Como recordarán los más fervientes admiradores del autor, al momento de la presentación de este libro corría el año 1863 y el poeta, crítico de arte y traductor francés que nació el 9 de abril de 1821 y falleció el 31 de agosto de 1867 era ya una figura que había logrado conquistar a lectores de diversas nacionalidades.

En su época, «El pintor de la vida moderna» sólo adquirió trascendencia por reflejar las singulares habilidades literarias de quien lo desarrolló, pero con los años su valor fue en aumento hasta convertirse, desde el punto de vista de numerosos críticos, en una obra fundamental para comprender cómo fue el traspaso del arte tradicional al arte moderno.

Tan halagado resultó este material que, a lo largo del tiempo, consiguió destacarse como una de las célebres creaciones del también responsable de «Los paraísos artificiales» y «Las flores del mal».

En este libro inspirado en la visión de modernidad que había desarrollado Baudelaire (la cual estaba basada en las consecuencias de la aceleración del ritmo histórico), cualquier lector encontrará referencias interesantes y dignas de analizar acerca de las nuevas corrientes artísticas que empezaron a emerger y a evolucionar a pasos agigantados (y con notables diferencias respecto al arte de otras épocas) cuando el escritor era aún un hombre de esta Tierra.

De querer conocer por estos días qué opinaba el afamado Charles Baudelaire respecto al despliegue del arte, no pierdan la oportunidad de rescatar de alguna biblioteca antigua un ejemplar del todavía elogiado libro titulado como «El pintor de la vida moderna».



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