Charles Baudelaire

Se sabe que no hace falta tener una vida longeva para dejar huella en este mundo. Sobre todo en el arte, donde la muerte joven tiene una especie de magnetismo y, en muchos casos, hasta ayuda a la fama. El poeta Charles Pierre Baudelaire, por ejemplo, vivió menos de cincuenta años pero le alcanzó para ser considerado como uno de los más grandes escritores franceses de la historia.

El nacimiento de Baudelaire se produjo el 9 de abril de 1821 en París. Sus padres ocuparon un rol muy importante en la primera formación del futuro hombre de letras, ya que Joseph François Baudelaire fue el responsable de enseñarle a leer y escribir, mientras que Caroline Archimbau-Dufays se encargó de que el niño aprenda inglés. Joseph, de todas formas, falleció cuando el autor de «Las flores del mal» tenía apenas 6 años. Se sabe que una criada de la familia, llamada Mariette, también fue muy importante en su educación.

Su madre, tras quedar viuda, se casó con el militar Jacques Aupick, a quien Charles nunca le tuvo afecto. La carrera de este hombre hizo que la familia se instalará durante cuatro años en Lyon, antes de regresar a París. Baudelaire, después de completar el bachillerato, se inscribió en la Facultad de Derecho.

Su juventud, de todas formas, estuvo marcada por el consumo de drogas y un estilo de vida bohemio que le valió enfrentamientos con su familia (su padrastro, de hecho, lo envió de viaje a las Antillas durante un año para alejarlo de las tentaciones parisinas). El escándalo público se incrementaría cuando Baudelaire comience a publicar sus primeras obras literarias.

En 1857 apareció «Las flores del mal», un libro que reunió toda la producción poética que empezó a crear cuando tenía menos de 20 años. Esta obra tuvo muchas ediciones y sufrió la censura de varios de sus poemas, acusados de atentar contra la moral pública.

«Pequeños poemas en prosa» es otro libro que reúne poemas de Baudelaire escritos, como su título lo indica, en prosa. El escritor, que también se desempeñó como crítico de arte, traductor y conferencista, publicó además obras enmarcadas en otros géneros, como el ensayo «Los paraísos artificiales» y la novela «La Fanfarlo».

Antes de morir el 31 de agosto de 1867, las consecuencias de la sífilis le causaron diversos trastornos: el ultimo año de su vida lo pasó lúcido pero sin poder hablar. Los restos de Baudelaire descansan hoy en el Cementerio de Montparnasse.