Si aprecian la literatura chilena o sienten deseos de valorar su contenido, en la obra del respetado y admirado Antonio Skármeta tienen la posibilidad de descubrir un gran trabajo que permite descubrir la riqueza de las letras de Chile.
De este escritor nacido en Antofagasta el 7 de noviembre de 1940 pueden haber leído propuestas como «Ardiente paciencia», «La composición», «La chica del trombón» y «El baile de la victoria», pero su producción literaria aún ofrece muchos otros títulos para disfrutar del placer de la lectura.
Uno de esos textos por los que vale la pena apostar se titula «El ciclista de San Cristóbal». La obra nació hace algunos años por iniciativa de la editorial Quimantú, sello que eligió esa frase para bautizar a una antología de los cuentos más sobresalientes de Skármeta.
Como sabrá más de un admirador del autor, este nombre también ha sido utilizado para presentar un relato que ha sido traducido a numerosos idiomas. Ese material cautiva a través de la descripción de una carrera de bicicletas que pudo haberse originado como una actividad deportiva pero termina convertida en una competición contra la muerte.
En «El ciclista de San Cristóbal» hay un joven que tiene en claro que, en la carrera de la vida, la meta final siempre es la muerte. Sin embargo, él decide esforzarse de manera casi sobrehumana y consigue el milagro ansiado: salvar a su madre, una mujer que se encuentra gravemente enferma.
Valiéndose de una historia donde los elementos poéticos se conjugan con el espíritu deportivo, Skármeta ha logrado construir una propuesta atractiva que, tal vez, pueda llegar a conquistarlos. No importa que se trate de un cuento o antología de varias décadas de existencia: si les agrada su contenido, todavía están a tiempo de disfrutar este fantástico trabajo denominado, como el título de este texto lo indica, «El ciclista de San Cristóbal».
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