Revista Atípica. Una apuesta por la diversidad cultural

Te presentamos la Revista Atípica y te invitamos a apoyar el trabajo fabuloso de tres mujeres valientes.

Primer número de la Revista Atípica

 

Según Walter Benjamin la cultura carece de valor si no podemos interconectarla con la vida, con el día a día. Por eso, cuando surgen proyectos que fomentan esa incorporación de la cultura a nuestra vida todo parece iluminarse de pronto. Con el objetivo de hacer de la cultura un tema y espacio de conversación surgió la revista Atípica, con cuyas creadoras conversé. Te invito a conocerlas y a interesarte por este proyecto fabuloso.
 

Punto de partida y búsqueda

En general las oportunidades y la visibilidad de los proyectos culturales se encuentran enmarcados en la norma del capitalismo, donde quienes consiguen hacerse un lugar son aquellos que han dado a cambio algo, a veces valioso o han estado en el momento justo en el lugar adecuado para conseguir ser tenidos en cuenta por el mundo. La idea de crear nuevos canales de información y debate nos permite creer en otro mundo, y contribuye con la idea de hacer de la cultura algo para todos. Y esto es lo que persiguen Amor de Pablo Inurria, Mercedes Aparicio Rizzo y Laura Cerezo Cobos, las madres de este proyecto precioso.

P—¿Cómo y por qué se os ocurre montar una revista cultural en estos tiempos que corren?

R—A través del colectivo Mitad Doble nos conocimos. Laura y Amor trabajaron en la revista del mismo nombre y Mercha como alumna del taller de escritura que se imparte. Las tres compartíamos el amor por la literatura, la búsqueda de una publicación ajena a los cánones y el romanticismo por la letra impresa. La suma de todo nos dio las razones para iniciar este proyecto. Le añadimos un poquito de locura y otro de idealismo y vimos que la única opción era lanzarnos a crear algo que reuniera lo que andábamos buscando.

P—¿Por qué “Atípica”?

R—Porque lo somos y, como dijimos antes, la intención es salirse de la norma. Hay cosas mucho más interesantes en lo peculiar o en lo desigual que en lo reglado. Queremos enseñar lo inesperado, lo fuera de lo habitual.

P—Todo proyecto cultural supone una oposición ante una realidad, ¿contra qué síntoma se alza Atípica?

R—Podríamos responder que contra el elitismo, pero también contra la vulgaridad: se da difusión a muchas cosas intrascendentes o mal elaboradas, y nosotras apostamos por la calidad (siempre sin “alzamiento de cejas”). También nos rebelamos contra lo masivo (véase Amazon, etc.). Nos gusta pensar que desde lo pequeño se puede marcar una diferencia, tener un impacto más sólido y duradero en nuestro entorno.

P—Pese a que Málaga es una ciudad con muchísimo movimiento cultural, la visibilidad parece concentrada en sus instituciones, ¿cómo ser luz en un entorno tan conservador?

R—Precisamente es una de nuestras motivaciones, alejarnos de lo pre establecido, “buscar el talento oculto”, poder darles una oportunidad a personas que no encuentran una vía para expresarse fuera de los medios tradicionales; nosotras queremos ser esa luz innovadora.

P—Decía Allen Ginsberg que quien controla los medios de comunicación controla la cultura. ¿Oponerse al poder, desvincularse de lo institucional, podría servir para crear nuevas vías de conversación y entendimiento?

R—Absolutamente. Además, en esta era digital, apostar por el papel es una especie de rebeldía. Esta indisciplina puede ser muy atractiva para quien no se sienta identificado con lo “normal”. Queremos ofrecer un medio para crear y exponer en libertad, sin rigideces ni encorsetamientos que limiten la creatividad y la posibilidad de diálogo entre distintas disciplinas artísticas.
 

Las creadoras: Amor de Pablo Inurria, Mercedes Aparicio Rizzo y Laura Cerezo Cobos

 

Visibilidad desde el asombro

La revista Atípica se propone entre otras cosas dar a conocer a artistas poco visibles en el panorama de la ciudad, aunque aseguran que no sólo van a ocuparse de la cultura malagueña. Y esta intención es toda una actitud que da empuje al proyecto, porque supone ofrecer nuevas vías de respiración artística e intelectual. Así nos lo cuentan las fundadoras de este proyecto.

P«Queremos ayudar a reflotar la cultura sumergida», ¿es éste vuestro lema?

R—Exacto y entronca con la cuestión anterior. La idea es dar espacio y difusión, en la medida que nos sea posible, a las corrientes culturales que no emergen porque siempre se apoya a los mismos colectivos.

P—¿A qué artista malagueño podremos conocer en este primer número?

R—En realidad a varios y casi todos son malagueños; pero no sería justo nombrar solo a uno, tenemos una pechá [sic] de gente y todos son buenos.

P—¿Qué tipo de contenido encontraremos en “Atípica”?

R—Pues de todo un poco; en este número, en concreto, hay relatos, artículos de opinión, crítica musical, una entrevista muy interesante, poesía, etc. Eso en cuanto a los textos, pero también hay cabida para la fotografía y la ilustración. Más adelante también nos gustaría incluir cómics, no cerramos ninguna puerta, todo lo relacionado con la cultura es bienvenido.


 

Micromecenazgo y recompensas

Sacar adelante proyectos culturales requiere de muchísima paciencia y sin duda es algo que no puede llevar adelante una persona sola. En el caso de Atípica, se han propuesto trabajar en equipo con aquellas personas que deseen aportar su granito de arena. Para ello han recibido el aporte de artistas y autores (en las diversas colaboraciones que verán la luz en este primer número) y han lanzado una campaña en Verkami, donde cada uno puede aportar lo que desee para darles un empujoncito. A cambio, y por si no estás al tanto de cómo funcionan este tipo de iniciativas, se ofrecen recompensas que, en este caso van desde menciones en la revista y ejemplares en papel, hasta descuentos en la cervecería artesanal «La Variopinta» y en la «Librería Prometeo», dos empresas que han decidido apostar por este proyecto. Y este sólo es el comienzo de esta iniciativa.

P—Una vez que saquéis adelante el proyecto, ¿de qué forma pensáis financiar los siguientes números?

R—La intención es que la revista se autofinancie, es decir, los beneficios que se obtengan de un número deben servir para cubrir los gastos del siguiente. Para poder publicar el primero hemos recurrido al micromecenazgo pero, para los próximos, esperamos hacerlo por nuestros propios medios

P—¿Qué objetivos tenéis a largo plazo?

R—Principalmente, no arruinarnos, jajaja. En serio, nuestra meta es hacernos un hueco en el espacio cultural de nuestra ciudad y mantener el interés de nuestros lectores. Por el momento, iniciamos la andadura con la revista pero no descartamos la posibilidad de colaborar con otros colectivos, ya sea en exposiciones, actos culturales, clubes de lectura o lo que se tercie. Como ya hemos dicho antes, estamos abiertas a cualquier iniciativa cultural que nos resulte atractiva y sirva para dar a conocer nuevos talentos que, haberlos, haylos [sic].

P—¿A qué tipo de público podría interesarle la revista?

R—A cualquiera que tenga curiosidad, que tenga un mínimo de interés por conocer gente nueva, que le apetezca leer cosas diferentes a las que se publican habitualmente y, por qué no, también a los consumidores tradicionales de este tipo de publicaciones. En realidad, está dirigido a cualquier tipo de persona, no somos una publicación especializada en unos temas concretos. Eso sí, un poco atípicos van a ser.

¿A que te has quedado con ganas de saber más acerca de la revista? Pues, de momento no dejes pasar la oportunidad de apoyarla compartiendo la formación y sumándote a los contribuyentes. Échale un vistazo a la campaña en Verkami y demuestra cuán atípico o atípica eres.
 



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