Humphrey y Atila, los detectives de la obra de Luis Gutiérrez Maluenda

Hace siete años fue cuando el escritor Luis Gutiérrez Maluenda consiguió dar un importante paso en el mundo de la Literatura y es que con una de sus novelas de género policíaco logró ser finalista del Premio Mejor Primera Novela de 2005 que entregaba la Asociación Brigada 21.

Y es que dicho reconocimiento fue el que le catapultó a la fama entre los aficionados de este tipo de obras narrativas quienes, desde entonces, le siguen fervientemente y más después de ese primer trabajo que llevaba por título Putas, diamantes y cante jondo.

Un singular título para un relato que gira entorno a la figura de dos personajes, el detective Basilio Céspedes (Humphrey) y su socio Billy Ray, que se mueven en un barrio catalán llamado Poble Sec. Un lugar donde la delincuencia está a la orden del día, pues el mismo está lleno de prostitutas, narcotraficantes y mafiosos. Pero es ahí, donde el Tío Matías es el que gobierna, donde los protagonistas llevan a cabo sus investigaciones policiales pero desde luego no será nada fácil y más cuando Billy Ray acabe enamorándose.

Unos personajes estos dos investigadores que volverán a convertirse en el pilar fundamental de la novela titulada Una anciana obesa y tranquila, que se publicó en el año 2009. En este caso en la misma se cuenta como María la Portuguesa, la vieja vecina de Humphrey, es asesinada brutalmente en su casa por lo que este deberá iniciar el caso para intentar esclarecer lo sucedido y descubrir al asesino.

Sin embargo, no será el único trabajo que deba realizar. Y es que además deberá desentrañar un singular caso, el de una mujer llamada Jazmín que está empeñada en demostrarle a su marido que le es infiel con otros hombres.

Y entonces llegó Atila

Si este singular detective se ha convertido en una de las piezas claves de la bibliografía de Luis Gutiérrez Maluenda, lo mismo sucede con otro policía que ha dado lugar a una trilogía. En este caso nos estamos refiriendo al comisario Atila al que los lectores pudieron conocer por primera vez gracias al libro Mala hostia.

En el año 2011 fue cuando llegó al mercado literario este trabajo en el que dicho protagonista se nos presenta como un policía muy duro y como un hombre alcohólico, mujeriego y machista.

El hilo argumental de este trabajo toma como punto de partida la contratación de Atila por parte de un hombre latinoamericano con el claro objetivo de que descubra el paradero de una chica del este con la que estaba comprometido y que ha desaparecido. Pero el caso se agravará cuando dicho caballero sea asesinado lo que hará que su hermana sea la que le solicite al detective  que desentrañe qué está sucediendo, qué relación tienen los dos casos y quién se esconde tras la muerte de aquel.

La desaparecida es quien en primer lugar está en el punto de mira de Atila pues días antes de fallecer, el hombre cambió su testamento y dejó todas sus posesiones a su prometida. Por tal motivo, se iniciará una investigación donde ejercerán como pistas una serie de fotografías que llevarán al policía a moverse en el mundo de la alta sociedad barcelonesa pues parece ser que la misma está implicada también en el caso.

Un buen lugar para reposar y Ruido de cañerías son las dos novelas que completan la citada trilogía sobre este singular detective.



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