Las enemistades más relevantes entre escritores (I)

Es cierto que dentro del mundo literario son muchos los escritores que tienen una fuerte amistad con otros compañeros de profesión. No obstante, no es menos cierto que también existen enemistades entre algunos autores por cuestión de egos personales, por envidia en cuanto a éxitos y reconocimientos o simplemente por motivos más íntimos.

Y eso ha sido así a lo largo de la historia. Por este motivo, a continuación, te vamos a dar a conocer algunos de esos choques conocidos entre plumas de prestigio:

Miguel de Cervantes vs Lope de Vega

Estos dos autores tienen en común que son dos de las más grandes plumas que ha dado la literatura española de todos los tiempos. Sin embargo, no podían ni verse y fruto de eso es la enemistad que mantuvieron a lo largo de toda su vida.

Las distintas formas que tenían de vivir e incluso de escribir fue lo que les hizo chocar continuamente. Por supuesto, sin olvidar tampoco que la envidia por el éxito era otro motivo de disputa entre ambos.

Buena muestra de esa enemistad son los textos que uno y otro escribían criticando a su rival. Lope de Vega era más conocido en ese momento y rechazaba por completo la forma de escribir de Cervantes, con el que era muy crítico y al que llegó a calificar con adjetivos tales como “puerco”. El autor de El Quijote era más elegante en ese sentido y le respondía mediante sonetos más cuidadosos y sin usar palabras como aquella.

Luis de Góngora vs Francisco de Quevedo

Otra de las enemistades más importantes que nos ha legado la historia de la literatura es la que enfrentó a estos dos grandes pesos pesados españoles del Siglo de Oro.

La enemistad entre ellos parece que nace en el momento en el que los dos coinciden viviendo en Valladolid. Y es que, al parecer, Quevedo comenzó a publicar poemas, con el seudónimo de Miguel de Musa, en los que se burlaba de la forma de escribir de Góngora. Y este, que tenía claro que aquel lo único que pretendía era conseguir fama a su costa, no dudaba en contestarle.

Tras esa primera “trifulca literaria” continuaron muchas más donde usaban la literatura y, concretamente la poesía, para intercambiarse todo tipo de ataques entre los que destaca uno especialmente escrito por Góngora:

poem

Asimismo, no hay que olvidar los versos que Quevedo realizó sobre el aspecto físico de su rival, que hoy son conocidísimos: «Érase un hombre a una nariz pegado / érase una nariz superlativa».

No obstante, el momento de más tensión entre ambos se produjo cuando el poeta cordobés se llenó de deudas que no podía pagar y tuvo que vender su casa, que fue comprada por su eterno enemigo. Este, en el año 1625, no dudó en desahuciar a aquel por no abonarle el alquiler que le adeudaba.

En un próximo artículo, más enemistades literarias que dieron y han dado mucho que hablar.



Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.