Edición argentina de «Las horas derramadas» de Pablo Di Marco (Dualidad)

Relectura de «Las horas derramadas» de Pablo Di Marco. Publicada en Argentina por la Editorial Dualidad.

Foto: Dualidad

 
 
La literatura funciona como una especie de manual para ordenar nuestra historia y nuestros sueños. Eso escribí hace unos años en la reseña de «Las horas derramadas», esta preciosa novela de Pablo Di Marco, que ahora ve la luz en su versión argenta a través de Dualidad: una lectura que nadie debería perderse. No sólo considero que tiene una historia muy potente sino que, además, se presenta como una primera novela inolvidable. Una obra que cuando vio la luz, ya nos anunciaba la estética de un escritor bien formado. ¡Qué gusto volver a leerla!
 
 

De la metáfora del sueño

«Estos libros pueden guiarnos hacia el futuro»

Gabriel Desalvo es un joven trabajador que cada semana va a visitar a su padre, quien atraviesa las últimas franjas de su vida en un geriátrico. La demencia y el olvido del progenitor pesan violentamente sobre el pecho del joven; pero él sigue adelante, creyendo en el futuro. Soñando con mejorar su situación económica para llevárselo a casa.

En medio de esa situación extraña se le ofrece una posibilidad extravagante: recuperar una biblioteca olvidada, amenazada con el derrumbe de la basílica que la contiene. Y, sin darse cuenta, en poco tiempo estará llevando libros de aquí para allá: salvando ejemplares antiguos de la humedad de los anaqueles, junto a Milo, un personaje tan luminoso como enigmático.

En esa zozobra hay una persona que atravesará su misterio y que le hará experimentar el brillo del amor. Y aquí lo dejo. Es una historia deliciosa y no quiero arruinarte nada.

Una de las cosas más fascinantes de esta novela es la relación que establece entre sueño y vigilia, entre realidad y onirismo, entre identidad individual y tesoro colectivo. Di Marco no sólo tiene muy buen gusto, sino también una gran capacidad para mantener el ritmo y la tensión entre ambos mundos. Y, sin que entendamos bien cómo lo hace, consigue mantenernos en vilo durante toda la historia.

Aquí me gustaría hacer un pequeño apunte. La exploración al sótano de la basílica puede comprenderse como esa búsqueda interior de identidad. Y hay algo sumamente destacable de ese encuentro con lo insospechado: el descubrimiento de una verdad que siempre ha estado a la vista pero que ha sido incapaz de ver. Será a través de ese trabajo de reconstrucción físico (la biblioteca de Milo) que Gabriel hará su propio viaje de reconstrucción psíquica (ordenar el pasado, el presente y el futuro).

Foto: Mono Roveda

Mirar el tiempo desde el vacío del tiempo

Como decía, ésta es una novela que apela a imágenes oníricas, que se apoyan en un imaginario colectivo que está atravesado por la imposibilidad de cambiar el curso del tiempo. Desde el propio título llegamos a esta orilla: todo lo que ha pasado se derrama, cayendo en un espacio que sólo puede ser alcanzado por la memoria, pero nunca es algo tácito. La idea de la memoria es quizá otro de los grandes temas, simbolizado por los libros: lo que ha existido permanece, y reaparece, y nos sirve para mirar mejor lo que tenemos.

Si bien Di Marco se apoya en una narración que roza (y a veces se estaciona en) lo fantástico, no podemos quedarnos con una lectura tan superficial. Esta novela es profunda y tiene todo lo que le podemos pedir a un buen libro: sinceridad, verdad y una trama hipnótica.

La idea del tiempo que se escapa, las horas derramadas, lo que ya no será es lo que mantiene a Gabriel condenado a una vida rutinaria que no le satisface. La apertura de la ventana y de la posibilidad de que la vida sea otra cosa, de que su propia vida pueda comenzar a mirarse (y vivirse) desde otro lugar: ésa es la gran enseñanza que nos queda al finalizar esta hermosísima novela.

Foto: Mono Roveda

Una primera novela inolvidable

No siempre los primeros libros son inolvidables. Muchos escritores y escritoras han tenido que borronear bastantes ediciones hasta escribir la historia que los convertiría en dueños del oficio. Eso pensé la primera vez que leí «Las horas derramadas». Porque había en ella un eco de genialidad que no es normal en una primera historia.

«Las horas derramadas» es una novela iniciática escrita con la voz de un autor que ya sabía lo que hacía. Ésa es quizá una de las cosas que más me sorprendió al leerla. Y que vuelve a asombrarme. Di Marco, desde el principio, tuvo una consistencia narrativa que no es normal.

Creo que ésta es una muy buena razón para leerle. Porque, además de encontrarnos con una historia sumamente interesante, tenemos la oportunidad de acercarnos a una voz que anuncia la obra de un narrador nato. ¡Y qué lindo es ver el talento en los demás; sobre todo, si son tus amigos! Como amiga de Pablo (algo que me hace inmensamente feliz) te recomiendo esta novela. Como lectora, te recomiendo esta novela. Como amante de las buenas historias cualquiera sea su formato, te recomiendo esta novela. ¡No te la pierdas!

Foto: Mono Roveda

 
 
 
 
LAS HORAS DERRAMADAS
Pablo Di Marco
Editorial Dualidad
978-98-7863-989-5
192 páginas
 
 



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