El duelo y algunas recomendaciones literarias

Me suele suceder que cuando algo me atraviesa me lo encuentro todo el rato en lo que leo. Yo no sé si soy yo que voy sin quererlo detrás de las lecturas que repregunten lo que duele o si son ellas las que me descubren, me ven floja de mente, y se deciden a abalanzarse sobre mi esqueleto. Sea como sea así me ocurre siempre, y desde siempre. Últimamente no dejo de encontrarme con el duelo: en todas sus formas, con todos sus colores. Y yo, que intento sostenerme sin pensar todo el rato que ella ya no está, y que no va a volver, me veo atrapada en las últimas imágenes que cambiarían mi vida para siempre. Y ahora, el agujero. Pero como soy testaruda he decidido que lo mejor que puedo hacer es leerlo todo y recomendarles que se acerquen al agujero recordando que lo que no nos mata nos hace más fuertes. Y en este punto-agujero lo mismo da subir que terminar cayendo definitivamente. Así que, aquí van cinco lecturas acerca del duelo por las que vale la pena pasar (y ser minados).
 

Montero, López Mondéjar y Nieto

En su último artículo, Rosa Montero, escribe sobre el duelo y su dimensión, intentando captar lo que nos hace más humanos: ese seguir adelante como podemos (que nunca es como mejor nos conviene, cuando conseguimos mirar los hechos con perspectiva). He temblado al leerla. Es verdad que no se puede pensar ni escribir sobre la muerte de verdad hasta que no te golpea. Y cuando eso sucede tampoco puedes hablar, ni escribir, porque te lo arrebata todo. Esta lectura me recordó un artículo antiguo de Rosa que se llamaba algo así como «El hueco» y que en su momento me impactó. La muerte nos transforma (o mejor dicho, nos obliga a transformarnos y reescribirnos). «La ridícula idea de no volver a verte» es otra libro de Montero interesantísimo sobre el tema.

También el duelo aparece en «Qué mundo tan maravilloso» de Lola López Mondéjar (Páginas de Espuma), enmarcado en esa idea de superación que tenemos tan arraigada: de hacer lo que podemos con lo que tenemos (como dice Montero), de seguir pedaleando por fiera que se ponga la cosa. Un libro de cuentos que nos obliga a reflexionar sobre quiénes son los que escribieron la historia y quiénes en realidad los que la hicieron la posible. ¡No te lo pierdas!

Y sobre las muertes imposibles (que desde el punto de vista del doliente lo son todas) también escribe «Haz memoria», Gema Nieto (Dos bigotes), una novela con un lenguaje delicioso, sobre la que escribiré pronto. De momento puedo adelantar que es una historia en torno a la fuerza de la memoria material y que una de sus protagonistas es una casa que ha conservado en silencio durante años la energía de los hechos del pasado. Es una historia maravilloso pero sobre todo creo que la prosa de Nieto merece muchísimo la pena, os lo aseguro.

Mascarell y Adébáyò

«Un vaso de agua» de Lola Mascarell (Pre-textos) no es de ninguna manera un libro sobre el duelo, más bien todo lo contrario: reúne una serie de poemas de los instantes. Sin embargo, detrás de la luz presente brilla la luz azulada de las que estuvieron antes, su memoria enlazada a las cosas y a las casas. Hay en este libro un poema bellísimo que es «Objetos» en el que como un canto a la vida, los objetos mantienen la memoria cuando la nuestra falla, se queda atrás en este camino. Un libro sobre el que también escribiré pronto pero que quiero empezar a recomendarte. La sensibilidad y la delicadeza de la voz de Mascarell me resultan implacables; ¡hay que leerla más!

Sobre «Quédate conmigo» de Ayòbámi Adébáyò (Gatopardo Ediciones) escribí hace un tiempo. Fue un libro que me sacudió desde muy adentro. De esos que llegan en el momento adecuado y te obligan a frenarte para pensar(te). Se trata de una historia que cuestiona el papel de la mujer en la historia pero sobre todo que pone en palabras el sentimiento de maternidad más allá del vínculo físico y establece una nueva forma de mirar las relaciones materno-filiales. Asimismo cuestiona los papeles prefijados socialmente sobre las relaciones familiares y nos obliga a mirar el mundo con otros ojos. ¡No te lo pierdas!

 



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