En 1975, el Premio Nobel de Literatura quedó en poder de Eugenio Montale, un escritor y crítico de música italiano que nació en Génova el 12 de octubre de 1896.
Este hombre, integrante de una numerosa familia dedicada a la comercialización de productos químicos, pasó su infancia en Monterosso, donde solía cuidarlo una de sus hermanas debido a la fragilidad de su salud, un detalle que lo obligó a posponer su formación académica.
Por esa época, él soñaba con convertirse en cantante, por eso una vez recuperado y en condiciones de ampliar sus conocimientos no dudó en tomar clases de canto. De todos modos, combinó ese aprendizaje con otras especializaciones. Así, entonces, se recibió de contador y aprendió de forma autodidacta a dominar el francés y el inglés.
En 1925, este italiano que participó en la Primera Guerra Mundial firmó un famoso manifiesto contra el fascismo y poco después se instaló en Florencia, donde trabajó en la editorial Bemporad y conoció a Drusilla Tanzi, quien sería su compañera durante muchos años.
En 1929, Montale asumió la dirección de la prestigiosa biblioteca y archivo conocida bajo el nombre de Gabinete Vieusseux y en ese cargo se mantuvo a lo largo de diez temporadas.
Ya con la Segunda Guerra Mundial en desarrollo, el escritor se solidarizó con varios de sus colegas perseguidos y los alojó en su hogar, mientras él ocupaba su tiempo en la traducción de obras de autores como Christopher Marlowe, Mark Twain y Herman Melville. Una vez concluido el conflicto bélico, se convertiría en colaborador del diario «Corriere della Sera», donde elaboró artículos como crítico de música.
«Huesos de sepia», «Las ocasiones», «Mariposa de Dinard», «Fuera de casa» y «Cuaderno de cuatro años» son algunos de los títulos que permiten apreciar el talento de Eugenio Montale, quien además del Nobel obtuvo a lo largo de su trayectoria distinciones como algunos doctorados honoris causa y el Premio Feltrinelli.
El fallecimiento de Eugenio Montale tuvo lugar en Milán el 12 de septiembre de 1981.