Eduardo Lustonó

En 1849 se produjo el nacimiento del sueco August Strindberg y el fallecimiento de Edgar Allan Poe. También Charles Dickens presentó una de sus obras más famosas: “David Copperfield”. Ese mismo año tuvo lugar otro hecho que quedó marcado en la historia de la literatura: en Madrid, la capital española, nació Eduardo Lustonó.

Eduardo LustonóEste hombre, que decidió dejar de lado una carrera universitaria para centrarse en el periodismo, comenzó a hacerse conocido como Albillo, el pseudónimo que utilizaba para firmar sus artículos. En sus colaboraciones con La Iberia, Blanco y Negro, Madrid Cómico, Los Madriles y otras publicaciones, incursionó en el panfleto, los textos humorísticos y la sátira, teniendo problemas judiciales por acusaciones de injurias y difamaciones.

Su excesivo apego al trabajo le trajo trastornos psiquiátricos. Por eso, en 1889, fue internado en el centro del doctor José María Esquerdo, un reconocido psiquiatra de la época.

Lustonó también se dedicó a la literatura, creando cuentos y obras teatrales del llamado género chico. “El hazmerreír”, “El quitapesares”, “La capa del estudiante”, “Cancionero de amores” y “El libro verde” son algunos de sus libros más famosos.

Es importante mencionar que Lustonó no siempre trabajó en soledad. Con Eduardo Saco colaboró en obras como “¡No más ciegos!” y “La cómico-manía”, mientras que junto a Antonio Palomero se encargó de la adaptación de “El ciudadano Simón”. En colaboración con Miguel Ramos Carrión, por otra parte, realizó tareas de redacción para El Fisgón.

La elaboración de una antología con Eduardo Bustillo y la reunión de escritos de su amigo Gustavo Adolfo Bécquer junto a Augusto Ferrán son otras de las tareas que Lustonó desarrolló en conjunto con otros autores y editores.

El 28 de abril de 1906, Eduardo Lustonó –quien también recopiló datos de protagonistas del periodismo de su país en “Recuerdos de periodistas”– falleció en Madrid.



Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.