La vida del escritor, crítico e historiador Alberto Zum Felde comenzó en la ciudad argentina de Bahía Blanca el 30 de mayo de 1889 pero toda su existencia transcurrió en Uruguay, por eso se lo considera uruguayo.
Este autor, hijo de la pareja compuesta por Josefina Alberdi y Emilio Zum Felde, mostró desde muy joven interés por la escritura, contactándose y estrechando vínculos con exponentes de los círculos intelectuales de Montevideo. A lo largo de los años, además de integrar el cenáculo impulsado por el diplomático y poeta Roberto de las Carreras participó en la fundación de la Academia Nacional de Letras y trabajó en la Biblioteca Nacional, espacio cultural que dirigió entre 1940 y 1944.
Al repasar la trayectoria de este escritor que en 1908 empezó a firmar sus textos con el seudónimo de Aurelio del Hebrón adquieren relevancia obras como “Proceso histórico del Uruguay”, “Estética del 900”, “Alción. Misterio en tres cielos” y “Cristo y nosotros. El problema religioso y la cultura contemporánea”. Tampoco se puede dejar de mencionar que Zum Felde sumó experiencia como crítico literario en el diario “El Día”.
Ser director de la revista “La Pluma” fue otro de los desafíos profesionales del también creador de “Proceso intelectual del Uruguay” y “El ocaso de la democracia”, entre muchos otros títulos.
Alberto Zum Felde, quien a fines de la década del ’50 se acercó desde la fe al catolicismo, fue merecedor de diversos reconocimientos por sus aportes a las letras uruguayas. Entre ellos aparecen el Primer Premio que le otorgó el Ministerio de Instrucción Pública en 1935, el Premio del Rotary Club de Buenos Aires y Montevideo concedido en 1961 y el Gran Premio Nacional de Literatura que ganó en junio de 1970.
El fallecimiento de este intelectual tuvo lugar en Montevideo el 6 de mayo de 1976.
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