El novelista uruguayo Daniel Chavarría, quien reside en territorio cubano desde 1969, ha recibido en las últimas horas una noticia que, sin duda, le permitirá despedir el 2010 con la alegría de saber que su labor es valorada y digna de reconocimiento por parte de lectores, colegas y críticos. Tal como le fue informado al autor, su trayectoria es ahora más conocida y respetada gracias al Premio Nacional de Literatura que acaba de obtener por su buen desempeño en el mundo de las letras.
Según trascendió, el jurado de este prestigioso galardón que concede de forma anual el Instituto Cubano del Libro del Ministerio de Cultura quiso condecorar a Chavarría por «la deslumbrante riqueza imaginativa y de lenguaje de su vasta obra», la cual, consideraron los expertos, «ha sido capital en la renovación de la novela policial en el ámbito hispanoamericano».
Al ser notificado del fallo firmado por intelectuales como Ambrosio Fornet, Enrique Saínz, Emilia Gallego, Leonardo Sarría y Arturo Arango, el creador de propuestas como «La sexta isla», «El rojo en la pluma del loro» y «Una pica en Flandes» aseguró que, pese a sentirse «un autor muy realizado», haber sido galardonado con el Premio Nacional de Literatura lo hace muy feliz.
Este logro, recordó el propio Chavarría, se suma al Premio Bartolomé Hidalgo que adjudica la Cámara del Libro de Uruguay y que le fue otorgado meses atrás. Estas recompensas procedentes de sus dos lugares en el mundo, manifestó el autor, le han permitido vivir «un momento de verdadero éxtasis y felicidad», tal como cita la agencia EFE.
Para explicar sus sentimientos, Chavarría explicó a la prensa que nunca dejará de ser «un ciudadano uruguayo» aunque también es un «escritor cubano» porque sus inicios como novelista tuvieron relación con el país, la gesta y la gente de Cuba. Al respecto, el autor señaló que, desde su punto de vista, «la revolución cubana tiene características que hace muy fértil la posibilidad de una literatura en torno a ella».
Comentarios1
Querrán decir la deslumbrante pobreza imaginativa de un régimen cadavérico en todos sus aspectos: económico, social y cultural, que otorga premios infames a escritores sin consciencia. Digamos que Daniel Chavarría es otro cómplice más del sistema totalitario que envió a la cárcel centenares de artistas, escritores, poetas entre ellos los mejores como Virgilio Piñera (asesinado por la Seguridad del Estado), Lezama Lima, Reinaldo Arenas, Raúl Ribero. Habría que enjuiciarlo a él también por crímenes de lesa humanidad (campos de concentración para homosexuales) y crímenes de guerra en África (sobretodo en Angola) y no rendirle homenaje porque recibe premios ideológicos sin ningún valor legitimo.
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