El último día de un condenado, de Víctor Hugo

En 1829, la producción literaria de Víctor Hugo, el afamado escritor francés que nació en la ciudad de Besanzón el 26 de febrero de 1802, se amplió gracias al surgimiento de «El último día de un condenado a muerte», un material que potenció su figura a nivel internacional y ayudó a que numerosos lectores de distintas partes del mundo descubrieran su gran talento para la escritura.

El último día de un condenadoEn esta obra que hoy Poemas del Alma ha querido rescatar del olvido, la trama está centrada en las vivencias de un hombre que está a punto de ser ejecutado. Según se describe en este relato, el protagonista de este texto lamenta que «el sol, la primavera, los campos llenos de flores, los pájaros que se despiertan por la mañana, las nubes, los árboles, la naturaleza, la libertad y la vida» ya no sean de él y se niega a aceptar la horrible realidad de estar a escasos momentos de su trágico final.

A medida que la historia avanza y se hace evidente la incertidumbre, la soledad, la angustia, la desesperación y el pánico que padece este condenado a muerte, también queda expuesto el perfil injusto, inhumano y cruel de esta práctica que se utiliza en algunas ocasiones a modo de castigo.

Si bien la lectura de este libro que, en la actualidad, está disponible en diversos idiomas es entretenida y apasionante, la temática que se aborda en este trabajo merece ser analizada con responsabilidad para lograr comprenderla y defenderla o criticarla con motivos válidos.

«El último día de un condenado a muerte» es una opción que, pese a tener varias décadas de antigüedad, aún mantiene intacta su capacidad de cautivar a lectores de distintas generaciones. Si de Víctor Hugo no conocen ninguna obra, este libro puede convertirse en una excelente carta de presentación.



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