A partir de 1978, el mundo de las letras amplió su oferta con «El curso de las cosas», una obra que el escritor italiano Andrea Camilleri había elaborado diez años antes. Según se cuenta, para publicar el material se contrató un editor, pero este esfuerzo no tuvo el resultado esperado porque los lectores no reflejaron demasiado interés en él.
Por la escasa repercusión que generó el relato, muchos críticos calificaron de fracaso a «El curso de las cosas». Sin embargo, el paso del tiempo hizo que esa obra que se creía olvidada y no gozaba de buenas referencias comenzara a despertar interés en numerosos aficionados a la lectura.
Hoy en día, hay quienes creen que este libro no es ni tan bueno ni tan malo, aunque todos consideran que apreciarlo por completo es la única forma de analizar con profundidad el legado de Camilleri, quien nació en Sicilia el 6 de septiembre de 1925.
Si, por curiosidad o deseos de juzgar por sí mismos el trabajo de este autor, quieren saber de qué trata esta opción de lectura, no se pierdan los párrafos que aparecen a continuación porque en ellos está resumida la trama del libro.
«El curso de las cosas» está ambientada en la Sicilia de los años sesenta, escenario en el cual se encuentra Vito, un hombre soltero que pasa sus días alimentando gallinas e intercambiando afecto con la esposa de su vecino.
Su vida parece tranquila, pero un episodio confuso comienza a alterarla. Según se cuenta, Vito se ha salvado de milagro de un disparo anónimo y, a partir de entonces, comienza a tejer hipótesis acerca de quién y por qué querría hacerle daño. Tras analizar el panorama, descubre que no pudo haber sido el esposo de su amante y llega a la conclusión de que, a lo mejor, un capo de la mafia se ha equivocado de blanco.
De todos modos, su situación está lejos de aclararse: además de haberle matado trescientas gallinas y de hallar dos sicarios en el frente de su hogar, Vito debe padecer la intervención del mariscal corbo, un obstinado policía que tiene como misión esclarecer el reciente asesinato de un pastor de la zona.
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