Hay mujeres que crean, programan, prosumen y teclean y hacen posible una esperanza para aquellas que hacemos lo mismo. Vivimos en un mundo donde la igualdad todavía no es posible y donde la maternidad parece ser la mejor manera de desarrollarnos como mujeres (sino la única); pero también en un mundo donde mujeres, como Remedios Zafra, escriben obras extraordinarias que nos dan fuerza a hombres y mujeres para construir de formas diversas a la procreación.
El tiempo propio es aquel que dedicamos a hacer lo que realmente nos completa. Tiene un sonido único y un aroma nuestro, auténtico. Los momentos en los que estamos a solas con nosotras mismas para crear no son instantes tristes; muy por el contrario, pueden ser los más felices del día si sabemos convertir lo vacuo en algo productivo, entendiendo esta palabra como aquello que nos importe y dé frutos.
¿Quién es Remedios Zafra?
Remedios Zafra nació en Zuheros, un municipio perteneciente a la provincia de Córdoba (España). Corría el año 1973 y abría los ojos una bebita que en el futuro se convertiría en una escritora consciente de la importancia de cuestionarlo todo y de hacer un buen uso del tiempo propio.
Zafra es profesora de Arte, Innovación y Cultura Digital en la Universidad de Sevilla y ha desarrollado numerosos estudios en torno al feminismo y la relación de las mujeres con la tecnología. Además, es creadora y directora de «X0y1 plataforma para la investigación y la práctica artística sobre identidad y cultura de redes».
Ha publicado numerosas obras entre las que se encuentran «#Despacio», «(Ciber)Espacio y (auto)gestión del yo», «(h)adas. Mujeres que crean, programan, prosumen, teclean» y «Netianas. N(h)acer mujer en Internet».
Su obra ha sido galardonada con importantes premios como el Premio Málaga de Ensayo 2013. Además ha recibido una contundente crítica de las más prestigiosas revistas dentro y fuera de España; y es un referente ineludible para quienes nos acercamos ideológicamente hacia un pensamiento igualitario.
El discurso social como determinante del ser
Cuando era chica no leía, devoraba libros. Ahora escribo. Remedios dice que volvemos a aquello que nos cautivó/salvo, que nos ayudó a ser una vez; y no puedo no estar de acuerdo. Por alguna extraña razón cada uno aprende a relacionarse de una forma particular con el mundo y es en esos primeros años en los que surge la pasión por una determinada actividad. Suele pasar, sin embargo, que con el correr de los años la mayoría de las personas se alejan de esa primera chispa de pasión para dedicarse a cosas totalmente distintas.
En el caso de las mujeres, el discurso y la organización patriarcal de la vida social nos convierte en cuidadoras, madres y amas de casa, que olvidan sus deseos para ponerse a disposición de los otros y del sistema. En algunos casos, sin embargo, la pasión regresa y con ella la reorganización de la propia vida para dedicarla a lo que realmente nos satisface.
A través de la historia de varias mujeres, Zafra pone en evidencia el trabajo de creación y la relación que las mujeres hemos establecido con la tecnología. Nacemos en un mundo donde las palabras nos condicionan, el discurso social no suele ser favorable para que conquistemos el tiempo propio, no obstante, tenemos que apoderarnos de nuestra vida y entender que somos quienes tienen la última palabra. Dice Zafra:
(h)adas: mujeres que crean, programan, prosumen, teclean
(h)adas es una obra que ha sido publicada por la fabulosa Páginas de Espuma y que conquistó el Premio Málaga de Ensayo del año 2012 (no sé por qué no me extraña). Se trata de un ensayo que rompe con todo lo convencional y que intenta desentreñar y comprender la forma en la que se construyen las relaciones sociales y el papel que los nuevos medios juegan en dicho desarrollo. Además, Zafra hace un profundo hincapié en la importancia de aprender a gestionar los tiempos propios e impedir la domesticación, consiguiendo una emancipación donde las tecnologías sean una herramienta a nuestro servicio, y no al revés.
Partiendo de tres verbos fundamentales en estos tiempos que corren y sumamente importantes en lo que se refiere a lo que las mujeres podemos y hacemos con lo nuestro (programar, prosumir y teclear), Zafra consigue encaramarnos a la responsabilidad de ser libres y encontrar aquellas formas de conectar con nuestras capacidades e intervenir en la realidad que nos toca.
Ada Byron, Mary Somerville, Adela y A.D: cuatro mujeres que tienen su tiempo propio ante ellas y que deciden apropiárselo (en los dos primeros casos) o dejarlo a merced de las circunstancias, de la realidad y del organismo patriarcal en que se desarrollan como individuos (como sucede en los dos segundos).
Termino con una frase que me parece muy identitaria de todo el libro en sí:
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