Entrevista a Isabel Bono (Primera Parte)

Entrevista a Isabel Bono (Primera Parte)La poesía tiene la habilidad de ayudarnos a explorar nuestro universo personal a través de las experiencias colectivas, y viceversa. Bueno, no toda la poesía… Cada tanto surgen mujeres y hombres que lo consiguen y gracias a ellos nosotros nos sentimos parte del mundo. En la poesía de Isabel Bono estoy segura que cualquiera de nosotros puede encontrarse. Hace un tiempo publiqué un artículo sobre su obra; hoy le toca el turno a la autora, de contarnos en primera persona cómo escribe y por qué.

El abrazo de la literatura

“Vida extra es justo lo que me ha dado la escritura”, dices en tu blog. ¿Cómo fue descubrir esa posibilidad al acercarte a las palabras. Fue un acto consciente o de pronto te diste cuenta de que estabas viviendo para y por la escritura?

—Bueno, no creo que nadie viva por y para la escritura. Uno vive como puede, y la escritura llega o no llega. En mi caso llegó por imitación. Leía muchos cuentos (de aquellos troquelados de los años 60-70) y quise “hacer eso”: contar cuentos y hacerles dibujos. Yo creo que casi todo empieza imitando aquello que nos gusta.

»Al inventar historias y contarlas por escrito somos capaces de vivir otras vidas. También nos pasa leyendo, claro. Por eso digo que la escritura (y la lectura) me han dado Vida extra.

¿Cómo te llegó la escritura? ¿Algún referente familiar que te haya acercado a los libros?

—Sí, mi padre se iba a la cama siempre con un libro, y yo me iba detrás con cualquiera que pillara. Mi padre dice que me recuerda entrando en la cama con un libro de cocina que era más grande que yo. Imitación, ya digo. De niña y de adolescente, mi padre solía recomendarme libros, pero me temo que tenemos gustos muy distintos, así que yo seguí mi camino de lecturas y él las suyas.

»La escritura, como digo, me llegó leyendo. Hubo un cuento de niños que me emocionó mucho, sentí incluso vergüenza por llorar por un cuento. Pensé en el poder de la escritura e inmediatamente quise “hacer eso”, ser capaz de escribir y emocionar. Con el tiempo he cambiado y escribo “porquesí”, porque me gusta, porque soy más feliz mientras escribo. Ya no busco emocionar, ya no busco nada. Sólo escribo por el acto de escribir.

¿Cómo te enfrentas al proceso creativo? ¿Tienes una rutina? ¿Alguna
manía, quizás?

— Se supone que la prosa y la poesía vienen por caminos diferentes. La prosa es fruto de la reflexión y la poesía de la intuición. Pero me he dado cuenta de que en mi caso las dos me llegan intuitivamente. Así que no tengo que enfrentarme a ningún proceso. Me llega con naturalidad. Para empezar dependo de la inspiración, y después voy construyendo sobre eso, tiro del hilo. Después sólo es trabajo de poda. Tanto en la prosa como en los poemas. Para mí escribir es trabajo de jardinería.

»Rutina creo que no tengo. Quizá la de escribir lo que he soñado (las mañanas que me acuerdo), pero no tengo rutinas ni manías. Normalmente lainspiración me llega en movimiento, cuando camino. Es muy raro que me llegue si estoy sentada frente al ordenador.

Entrevista a Isabel Bono (Primera Parte)

¿El universo onírico como posibilidad creativa?

Sin lugar a dudas tu habilidad para hacer del universo onírico un espacio de expresividad literaria es alucinante. Desde que vi tu blog de los sueños suelo pasarme por allí con cierta asiduidad. ¿Cómo se te ocurrió explorar esta faceta? ¿Te interesan los sueños? ¿Cómo? ¿Te interesa su significado o más bien la posibilidad de hacer de ellos ficción?

— Pues se me ocurrió porque el verano del 74 me regalaron un diario y me resultaba aburridísimo contar cada día exactamente lo mismo (mi vida no daba para muchas aventuras), así que me puse a pensar en qué podría escribir que fuera A) cada día distinto, B) que no fuera mentira (mentir en un diario con candado, ¿qué gracia tenía?, ¿a quién engañaba?). Y se me ocurrió que los sueños son siempre diferentes y no pueden ser mentira porque son sueños. Así empecé, con 9 años, a escribir lo que soñaba.

»Con 15 años (ay, la adolescencia) tiré todas las libretas (y me arrepiento). Con 20 o así, retomé aquella costumbre de escribirlos. En 2006 tuve la suerte de que me publicaran un libro La espuma de las noches (sueños 1995-2005) con una selección de sueños. Y como a los amigos les gustaba verse haciendo cosas extrañas, en 2008 abrí el blog.

»La verdad, y siento decepcionarte, los sueños me interesan poco. Sólo me interesa el acto de soñar, de que el cerebro descanse, de verme hacer cosas que no hago despierta (volar, por ejemplo). Pero no me interesa su significado ni su interpretación.

»A veces pensé que los sueños podrían servirme como buffer para sacar después de ahí algún relato, pero no se puede (o no he sabido). Los sueños son lo que son y creo que sólo me interesa contarlos “tal cuál” con ninguna literatura a ser posible. Si empiezas a meterle literatura a un sueño te lo cargas, ya no es “lo soñado” es otra cosa. Por eso prefiero contarlos describiéndolos como escenas, lo más asépticamente posible.

»Hace poco pensé en la posibilidad de contarlos más abstractamente, digamos. Contarlos en forma de poema. Es curioso, porque algunos no se dejan. Es como si tuvieran su propio lenguaje.

Entrevista a Isabel Bono (Primera Parte)

La pulsión que obliga a la escritura

En ese mismo blog (el de los sueños) hay un poema muy intenso que se titula «De la mano». Al leerlo he pensado en algo que me irriga tu poesía; hay una constante pulsión entre opuestos: la vida y la muerte, la tristeza y la alegría, la conciencia y el dejarse llevar… Es como si buscaras en la palabra el equilibrio. ¿Crees que en la escritura podemos hallar un espacio de lucidez y moderación que nos permite trazar puntos de encuentro entre extremos?

— Sí, es un ejemplo de sueño contado en forma de poema. Sin adornos, sólo describo lo que pasaba en el sueño, pero no cuento los detalles del “paisaje” digamos. Lo bueno de apuntar los sueños es que al volver leer ese sueño lo veo de nuevo como si me echara una película. Puedo volver a verlo ahora que ha pasado más de un mes y estoy despierta. Vendría a ser un vídeo club personal. A eso le llamo también Vida extra.

»Sobre los opuestos y el equilibrio, no llego a pensar en tanto. Ya te digo que escribo por intuición. Imagino que todo eso está ahí, en lo que escribo, porque está en todos los seres humanos (la vida, la muerte, el deseado equilibrio, etc). »Escribir es un acto de soledad, un espacio íntimo, el más íntimo. La escritura nos salva. No sé de qué, pero sé que nos salva. Quizá sea eso, quizá sea el punto o el espacio donde intentamos ordenar el caos, donde nos sentimos seguros, en equilibrio.

Continuará…

Entrevista a Isabel Bono

Las imágenes que acompañan esta publicación han sido tomadas de los blogs de Isabel Bono: LA ESPUMA DE LAS NOCHES, HOJAS SECAS MOJADAS y ESA PIEDRA ME HA LLAMADO POR MI NOMBRE.

Comentarios1

  • Rapsodico

    Fantástica entrevista a una amiga y maravillosa escritora. Felicidades a ambas.

    • Tes Nehuén

      ¡Gracias, Rapsódico! Ha sido un placer que Isabel nos concediera este ratito de charla, la verdad. 😀

      Besitos



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