Biografía de Lajos Zilahy

El 27 de marzo de 1891 nació en Nagyszalonta Lajos Zilahy, un niño húngaro que, años más tarde, se destacaría como novelista y dramaturgo. A fuerza de talento, maestría y originalidad literaria, este autor que creció en el seno de una numerosa familia de origen noble quedaría en la historia como uno de los narradores de la primera mitad del siglo XX más sobresalientes de su país por crear novelas realistas muy bien escritas.

Lajos ZilahyTras estudiar Derecho en la Universidad de Budapest, el autor de obras como «Primavera mortal» (exitosa propuesta que marcó su debut como novelista), «El pájaro de fuego», «El sol brilla», «Los dos prisioneros» y «Algo flota sobre el agua» participó en la Primera Guerra Mundial como integrante del ejército austro-húngaro. Esa experiencia, tiempo después, lo llevaría a escribir diversos relatos.

Con varios títulos ya publicados (entre los que aparecen, además de los ya mencionados, trabajos como «El desertor», «Las cárceles del alma» y «El alma también se extingue»), en 1947, dispuesto a librarse de la censura que pesaba sobre él, Zilahy se instaló en Estados Unidos y continuó ampliando su producción literaria.

La famosa trilogía conocida como «Los Dukay», «El ángel enfurecido» y «El siglo feliz» son materiales que nacieron durante ese periodo en el cual Zilahy reafirmó su solidez literaria y disfrutó de un gran reconocimiento a nivel internacional que surgió como consecuencia de las repercusiones que tuvieron sus obras tras ser traducidas a numerosos idiomas y adaptadas tanto al cine como al teatro.

La vida de Lajos Zilahy, un brillante exponente de las letras húngaras que sorprendió a muchos al anunciar su decisión de donar sus riquezas personales a una fundación de su país para poder contribuir, de este modo, con la formación de niños sin recursos, llegó a su fin en Serbia, el 1 de diciembre de 1974.

Comentarios1

  • Elsy Alpire Vaca

    Grandioso gesto de este escritor úngaro, más aún cuando se conoce que él empezó a escribir cuando era niño, posiblemente su máximo ideal era que todos los niños fuesen igual que él, qué grande ideal, ojalá lo hubiera conseguido! Hermoso artículo. Gracias.



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