Agua, fuente inagotable de inspiración

Hablar de agua es hablar de un elemento fundamental en nuestras vidas, no sólo porque nuestro entorno esté formado en la mayor parte por él sino también porque necesitamos del mismo para subsistir. Se puede decir que es vital para nuestra supervivencia y parece ser que también en su momento lo fue, desde el punto de vista literario, para muchos autores.

Y es que innumerables son los escritores que han tomado a este fluido como fuente de inspiración para desarrollar un amplio número de obras.

Este sería el caso, por ejemplo, de Sara Gruen que en el año 2007 publica Agua para elefantes. Una historia de amor, de valor, de sufrimiento y de esperanza que gira entorno a la figura de Jacob, un joven que pierde todo en la vida y que encontrará en el circo el lugar donde la existencia vuelve a tener sentido.

Como veterinario ejercerá en dicho circo ambulante donde se dejará fascinar por su magia, por el espectáculo de los hermanos Banzini y por la juguetona elefanta Rosie.

Agua del limonero es, sin embargo, la que da título al libro que en 2010 publicó Mamen Sánchez. Un interesante relato que hace viajar al lector desde la década de los 50 en la paradisíaca Acapulco hasta el Nueva York de nuestros días.

En ese viaje temporal se narran las vivencias de Greta Bouvier, una enigmática mujer de la alta sociedad neoyorkina, que será entrevistada por la periodista española Clara Cobián quien realizará su biografía. Muchos y peculiares serán los personajes que irán apareciendo a lo largo de estas páginas cargadas de misterios, secretos y luchas de poder.

Versiones de agua

Aguas heladas es otro título narrativo que toma como eje central al protagonista de este artículo. En esta obra, publicada en el año 2009 por Gisa Klönne, la figura central es la inspectora Judith Krieger quien, tras sufrir un fuerte varapalo por el fallecimiento de su compañero y amigo, tendrá que llevar a cabo el esclarecimiento de la desaparición de una amiga mientras que paralelamente en otro punto de la geografía se produce otra desaparición: la de un niño.

El misterio también está muy presente en la novela Algo flota sobre el agua que en 1928 vio la luz de manos de su autor, Lajos Zilahy. Un pescador en su barca es el punto de inicio de este relato en que la pasión y el amor son los ingredientes necesarios para crear una historia de sentimientos. Sentimientos que se desbordarán cuando este hombre descubra en el mar una mancha negra que flota en él. ¿Qué será?

Además de todas las citadas novelas, hay una emblemática ya en la historia de la literatura universal que gira también entorno a este líquido vital: Como agua para chocolate.

Laura Esquivel es la pluma que en el año 1989 lanzó al mercado esta narración donde las recetas de cocina y sus ingredientes sirven como vehículo para mostrar el trío amoroso que se establece entre Pedro, su esposa (Rosaura) y la hermana de esta (Tita). Él por quien sentirá auténtica pasión es por su cuñada quien utilizará la cocina y la gastronomía para dejar fluir todos los sentimientos que esconde en su interior.

Con todos estos trabajos queda claro que hablar de agua no es hablar sólo de una fuente de vida sino también de inspiración y sino que se lo digan a estos y a otros autores que la han convertido en protagonistas de sus novelas.

 

Comentarios1

  • Pruden

    Sí que nos da juego el agua. El agua es vida. El agua, en su eterno ciclo, apaga la sed, renueva los campos, alegra las fuentes, inspira a poetas y es el elemento más deseado de aquellos paises en los que, desgraciadamente, escasea. ¡No la desperdiciemos!

    • María Merino

      Completamente de acuerdo contigo, Pruden.



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