Poemas escondidos en una voz poética inicial

Cualquier poemario nuevo se debería celebrar, creo yo, si tiene la intención de llegar a ser algo más que una simple entrega de palabras cansadas, gastadas y repetidas.

Hay poetas extranjeros y nacionales que iniciaron su paso por las letras con libros de poesía que hasta la fecha perduran en la memoria y tienen un acento de plenitud y de marcada reivindicación del lenguaje. Por ejemplo Rafael Alberti, Antonio Machado, Rubén Darío, Jorge Luis Borges, Dulce María Loinaz. Un poco más por estos lares se citan a Josefina Plá, Elvio Romero, José Luis Appleyard, Ramiro Domínguez.

Guillermo Cramer ha publicado recientemente un texto poético que lleva el siguiente nombre: Mi alma en tu cielo. Percibo que los versos aún necesitan madurar, pero en líneas generales, la obra es un encendido canto al amor, y eso ya es un buen indicio. Y es también un fuego alentador. Hay mucha imaginación y afluencia de palabras y frases que rinden culto a Eros.

Tanta voluntad poética en medio de este diaria circulación de noticias que dan cuenta de un estado de cosas que entran en rápida descomposición dentro de nuestra sociedad merece un saludo cordial y respetuoso.

¡Los lectores seguimos aguardando más obras suyas!

TÚ, QUE TE LLAMAS AMOR

No puedo llamarte angustia si tienes sabor de felicidad.

No puedo negar que eres pasión pero puedes perderte.

Es que eres aliento de alegrías y suspiros de ausencias.

El filo que deja alegrías y heridas.

El bálsamo enternecedor que devuelve vida y castiga tristezas.

De dónde has venido, no lo sé,
pero me has convertido en tu destino.

Me has renacido en cada nuevo latido
y has puesto una brújula a mis sentidos.

No puedo atraparte como lo has hecho conmigo
pero no quiero alejarme a la oscuridad de tu vacío.

Me ayudas, me salvas y me sueltas.

Me alimentas, me acaricias y me abandonas.

Has dividido mi vida y has salvado mi futuro.

El cielo tiene tus besos y la noche tus huellas.

Las estrellas te azuzan y la luna te alimenta con caricias.

Por eso, mis plegarias son tuyas,
mis deseos te reverencian y mi alma te pide en sus rodillas.

¡No te vayas!

No retribuyas mi homenaje descalzo con monedas de abandono,
no le quites el brillo al filo de tus besos.

Y sí, embriágalos de ternura
para que nunca, ni en mi locura, te vuelvas olvido…

Guillermo Cramer

Fuente: ABC Digital

Comentarios2

  • RebecaP

    Hermosos versos del poema de Guillermo Cramer...me conmueve
    Abrazos

  • Delfina Acosta

    MUCHAS GRACIAS POR TU COMENTARIO.
    VA UN SALUDO CORDIAL.



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