Senador chileno comprometido con el fomento de la lectura

Leer no es una acción como cualquier otra. Es un ejercicio que, si bien puede llevarse a cabo en cualquier momento y lugar, requiere concentración y predisposición para dejarse llevar por una determinada historia o bien para analizar una noticia.

En algunas ocasiones, en especial durante la etapa escolar, la lectura puede llegar a convertirse en una obligación pero, a nivel general, es una actividad que se elige por placer. Cualquiera sea el caso, lo cierto es que es un hábito fundamental en materia de aprendizaje y así lo entienden varias instituciones y funcionarios, aunque la realidad indique que aún resultan insuficientes las medidas para facilitar este tipo de prácticas intelectuales.

En España, por ejemplo, para incentivar la costumbre de leer se ha optado por regalar libros en las playas, mientras que en Argentina se han distribuido cuentos de Roberto Fontanarrosa en diversos estadios de fútbol.

Por estos días, quien ha mostrado preocupación por la falta de estrategias para fomentar la lectura ha sido el senador socialista Pedro Muñoz, un político chileno que, motivado por la caída de este hábito en su país, decidió proponer algunas medidas para revertir la situación.

Entre sus propuestas, cita Radio Polar, figura la eliminación del IVA en los libros y la aprobación de una ley de precio fijo que mantenga el valor de los textos en toda su cadena de distribución.

Desde su punto de vista, resulta imprescindible abordar este asunto ya que, tal como expresó, la lectura «tiene incidencia en la formación de los jóvenes, en la equidad de la educación y en los niveles generales de cultura e información».

Por ese motivo, Muñoz se ha puesto como meta revertir los datos negativos que surgieron de «Chile y los libros», un estudio elaborado por Fundación La Fuente y Adimark GFK. En dicho informe, por ejemplo, se establece que más del 50 por ciento de los encuestados muestra desinterés por la lectura y que es el grupo socioeconómico ABC1 quien desarrolla en gran medida esta actividad.

De allí que el senador decidió alertar a las autoridades y a los representantes de las casas editoriales de su país sobre la necesidad de implantar medidas atractivas y eficaces para promover entre los chilenos el hábito de la lectura.



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