México dona material literario para cárceles estadounidenses

Hace algunas horas, Roberto Rodríguez Hernández, cónsul de México en la ciudad norteamericana de Phoenix, participó de un acto donde hizo la entrega oficial de los libros que las autoridades mexicanas se comprometieron a donar al Departamento de Correcciones de Arizona. La ceremonia tuvo lugar en el Complejo Penitenciario Estatal localizado en Tucson.

librosDe acuerdo a los datos recogidos por 20Minutos.com.mx, son más de 1.600 los volúmenes en español que, a partir de ahora, ayudarán en su formación a las personas privadas de su libertad que dedican su tiempo a completar la primaria y/o la secundaria.

Esta donación, señaló Charles Ryan (a cargo del lugar que recibió las obras) excede “la generosidad” ya que soluciona el problema del idioma, que muchas veces complica los vínculos y, en especial, el proceso académico. Como en este centro hay un gran número de detenidos extranjeros, estas publicaciones facilitarán el aprendizaje entre quienes hablan español.

Desde su perspectiva, este aporte de carácter literario simboliza “el mejor tipo de asociación” entre dos naciones debido a que satisface “una necesidad sustancial” y servirá para obtener “resultados tangibles” en el corto plazo.

Cabe destacar que, según estadísticas del Departamento de Correcciones de Arizona, alrededor de seis mil convictos alojados en las cárceles de la región están nucleados dentro de un programa educativo, ya sea con fines de alfabetización funcional, de completar una carrera o de recibir formación técnica.

Con esta donación de libros, México refuerza las iniciativas que, a nivel mundial, se llevan a cabo para promover el aprendizaje y la lectura en prisiones de distintas partes del mundo. De buscar otros casos similares que involucren a otros países, aparece por ejemplo el convenio establecido en 2011 entre la Conselleria de Justicia de Cataluña y la entidad bancaria BBVA. En ese marco, se impulsó una campaña para reunir la mayor cantidad de libros para poder enriquecer con ellos las bibliotecas de las cárceles catalanas.



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