En Twitter dice que está buscando un centro de brevedad permanente y a juzgar por su forma de moverse en el escenario esa búsqueda tiene mucho de resistencia. De lo contrario, no se explica que Ajo Micropoetisa haga del humor una de sus herramientas fundamentales de su creatividad. O a lo mejor es que yo no me entero. El caso es que, con más de 17.600 seguidores en la red por excelencia del microblogging, esta mujer-hada (superada, con h intercalada) se enfrenta al mundo con una mirada incisiva detrás de unas gafas-ojos que parecen ir más rápido que su voz. Con motivo de la V Edición de Irreconciliables Poesía, la popular micropoetisa ha estado en Málaga. Aquí os lo cuento. No se pierdan tampoco la breve entrevista que le hice. ¡Sigue Irreconciliables Poesía!
Inauguración del Contenedor Cultural
El Contenedor Cultural ha abierto sus puertas ayer en Teatinos. Será un espacio en el que música, danza, literatura y divulgación científica unirán fuerzas en eventos heterogéneos que potencien la visibilidad de los creadores de la ciudad vinculados a la Universidad. «Aquí no ha nada imposible». Ése es el lema de esta propuesta que intenta ofrecer nuevas y firmes oportunidades de difusión para los estudiantes que se encuentren conectados con oficios relacionados con cualquier rama. Habrá por tanto espacio para el teatro, el cinefórum y otras actividades artísticas.
Los primeros pasos han sido una lectura pública de un divertido manifiesto que han dado en llamar #UMABarbaridad y la presentación de Ajo Micropoetisa y Luz Prado, en un espectáculo en el que la UMA y, en particular este Contenedor Cultural, han abierto sus puertas al ciclo de poesía Irreconciliables. En este mismo lugar también se desarrolló este año el Taller Poético dictado por Javier Fernández, que ha finalizado esta tarde.
Este ha sido sólo el comienzo. Habrá que estar atentos para no perderse lo que se desprenda de esta interesante iniciativa cultural y divergente.
La nueva poesía de nuestro siglo
La poesía vanguardista de nuestro siglo ofrece alternativas mucho más diversas que el juego propio que permite el lenguaje. La alternativa por la que se han decantado las nuevas corrientes poéticas es la experimentación en el roce con el juego interdisciplinar. La fusión de artes y sobre todo, la exposición: la poesía como espectáculo, son sin lugar a dudas una de las responsables que en nuestra época esta disciplina sea tenida en cuenta por los más jóvenes y adquiera una relevancia llamativa.
Ajo escribe micropoemas que desde mi experiencia he notado que funcionan mejor dentro del espectáculo, que en la lectura en solitario. Y es que sus presentaciones se caracterizan por ser un encuentro de risas en el que la protagonista va deshilvanando algunos de sus micropoemas reunidos en una muestra en la que lenguaje y música se van abriendo camino de la mano.
La poesía como exposición y como experimentación en el presente parecen los pilares que dirigen cada presentación de esta micropoetisa, donde la improvisación juega un papel fundamental, no tanto desde la escritura sino más bien desde la fusión, el encuentro entre ella y la música. «Ha sido todo improvisado», me dijo Ajo al terminar ayer, «Luz [Prado] es una maravilla, cómo ha sabido acoplarse a mis ritmos y al espectáculo». La música en su espectáculo ayuda a enfatizar los diferentes estados que se escapan de los poemas. Ajo viene del rock, así me lo contó más tarde, y se nota esa fusión de mareas que aparentemente no tienen nada que ver, pero al final sí.
El espectáculo terminó antes de lo esperado. La propia Ajo se sorprendió que le pidieran que fuese cerrando cuando estaba a medio camino de su show, y el cierre fue un poco brusco. No obstante, después de conocerla, pienso que lo que pudo resultar un final bochornoso, quizá no fue otra cosa que un elemento más de los muchos picarescos que adornan y enriquecen su simpático espectáculo.
Irreconciliables Poesía continúa. Esta tarde a las 19.30hs en la Sala Oyarzábal será el homenaje a Carles Hac Mor y el interesante recital de Haidara y Alba (dos encuentros sobre los que ya les he contado). Y mañana, el paseo poético en barco, ¡qué ilusión!
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