Uno de los escritores italianos más importantes del siglo XX es, sin lugar a dudas, Vasco Pratolini. Y lo es por el conjunto de aportaciones que realizó a este arte, donde mostró su calidad narrativa con creces y también su conciencia social, aunque es innegable subrayar que también hizo lo propio con otros ámbitos como el cine. Un sector este, el cinematográfico, en el que se considera que contribuyó a la creación del Neorrealismo gracias a su colaboración con directores de la talla de Visconti o Rossellini.
Entre sus trabajos literarios más relevantes nos encontramos con Crónica de pobres amantes. En el año 1947 fue cuando el público lector se acercó por primera vez a esta novela que toma como escenario la Italia de 1921. Un momento histórico este en el que los ciudadanos del país no sólo se encuentran sufriendo las consecuencias de la Primera Guerra Mundial sino también las de la imposición del Fascismo con Benito Mussolini a la cabeza.
Estas dos circunstancias son las que traen consigo que en esta narración se nos cuente la vida de diversos personajes que tienen en común la tristeza, la miseria y también la humillación en muchos de los casos. Ante todo ello la única forma que tienen de seguir vivir con ilusión es gracias a sentimientos como el amor.
La orfandad y la lucha laboral
A esta obra habría que añadir otra igualmente relevante en su carrera. Nos estamos refiriendo a Crónica familiar, que se publicó en el año 1947.
De carácter autobiográfico es este trabajo en el que nos cuenta como dos hermanos fueron separados cuando eran muy pequeños. Uno es educado por su abuela y el otro por una familia acomodada que hace lo propio de una manera muy estricta y severa.
Con el paso de los años, y porque así lo quiere el destino, estos dos niños se reencuentran para comenzar así a mantener una relación muy estrecha. Una relación en la que queda patente que las experiencias y situaciones que compartieron en el pasado les mantienen vinculados para siempre. Momentos de pobreza, miseria y desesperación que es imposible borrar de sus cabezas y de sus corazones.
Metello, del año 1955, es igualmente una de las obras cumbre de la trayectoria literaria de Vasco Pratolini. En ella se toma como protagonista a Metello Salani, un personaje que se queda huérfano cuando es muy pequeño por lo que de sus cuidados y de su educación se encargarán unos campesinos. Sin embargo, la estabilidad que ellos le dan se rompe cuando estos se ven en la necesidad de emigrar por unos problemas con la justicia y el niño no puede acompañarles por unas cuestiones de tipo burocrático.
Esta circunstancia hará que el pequeño decida buscarse la vida por su cuenta en Florencia. Una mágica y bella ciudad en la que se topará con un antiguo amigo de su padre que es anarquista y que se hace cargo de él.
Ese será el punto de partida de una vida trabajando como paleta en la que se concienciará muchísimo de los derechos de los trabajadores por los que luchará en todo momento. Así, se meterá de lleno en el movimiento socialista y participará en un amplio número de huelgas. Y todo ello sin olvidar que paralelamente comenzará una relación amorosa con Ersilia, con la que acabará casándose.
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