La pasión literaria de Antonio Álamo

Pese a haber nacido en Córdoba el dramaturgo y novelista español, Antonio Álamo, vive desde hace siete años en un barrio de Sevilla llamado La Macarena, en un tercer piso. Posee un despacho con una mesa amplia, una cama, un sofá y unas estanterías llenas de libros.

La rutina de Álamo

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Álamos expresa que le gusta ir cambiando de sitios para trabajar y en diferentes posturas, sentado, acostado, en el ordenador, en el living, al aire libre…y dice que cuando escribe suele vestir en forma cómoda, con ropa bien amplia y sin calzarse los pies. Agrega además, que le gusta levantarse temprano y escribir desde temprano; cuando recién comienza el trabajo le cuesta encontrar la disciplina, pero una vez comienza a tomar forma, la pasión lo puede y hace que toda la labor se vuelva más fácil.

Cabe aclarar que el lugar donde vive Álamo permite su trabajo, pues es una peatonal sumamente silenciosa. Por otro lado, su despacho es sumamente acogedor. Hay una marioneta que representa a Homero, que le obsequió un titiritero argentino que ofrecía un espectáculo acerca de este poeta griego y enmarcada en un cuadro se encuentra la dirección de Ernesto Sábato, que fue escrita por el novelista argentino cierta vez en la que ambos coincidieron en Madrid, y que se la dio para que él pudiera enviarle su novela «Breve historia de la inmortalidad», de todas formas Álamo no se la envió porque le dio pudor.

La obra de Antonio Álamo

Recientemente Álamo ha estrenado en el Teatro Español de Madrid una obra de teatro que se llama «Veinticinco años menos un día», una comedia que según el autor es la que posee más humor de todo lo que ha escrito. Se trata de una obra que contiene a otras en su interior y que toca la temática del hastío del matrimonio; en ella aparece un triángulo amoroso y un sinfín de situaciones irónicas contadas con mucho humor.

Álamo es conocido sobre todo por las obras «Caos» y «Los borrachos», «Los enfermos» y «Yo Satán», una trilogía.

Además de dedicarse a la escritura de ficción, Álamo es periodista. Dicha profesión parece haberla recibido por herencia, su padre era periodista. El autor cuenta que desde pequeño se ha familiarizado con esta profesión y que ha sentido atracción por este trabajo, pues creció correteando por los talleres, las redacciones y las antiguas salas de teletipos.

La música, otra de sus pasiones

Como periodista ha ganado ciertos premios, entre los que se encuentra el Miguel Delibes por un artículo que tituló «Corazón de Oro», y que hace referencia a Neil Young, el autor expresa que esa canción le gusta mucho y la trayectoria de su compositor la tiene siempre presente. En este artículo mezcla música con periodismo de una forma magistral.

Porque entre otras cosas, entre numerosas pasiones Álamo, es un hombre cercano a la música, que le gusta tocar la guitarra, la armónica y el piano, y que está convencido de que cada canción tiene algo para ofrecer que va más allá de un producto expresivo del ser humano. Es como si tuvieran vida propia, algo preciso para ofrecer que se escapa de lo que el ser humano ha hecho.

Cada pieza puede albergar curiosidades ocultas, así como detrás de las fachadas de los edificios se ocultan las vigas y los cimientos. Álamo dice que las canciones son sonidos y a veces también letras y que detrás de todas ellas se pueden encontrar multitud de factores vitales de quien las ha construido.

Para Álamo los momentos desagradables de su vida están relacionados con textos que no ha sabido completar como esperaba, darles la vuelta que deseaba o que no le hayan hecho sentirse satisfechos de los mismos. Y que, al contrario los buenos momentos puede relacionarlos con textos que lo han hecho sentirse bien consigo mismo, conforme con el trabajo realizado.

Entre los autores que han servido de ejemplo para Álamo, que han sido sus mentores o que lo han ayudado a encontrar su camino se encuentran, su padre, Ignacio Francia, Eduardo Mendoza, Evelyn Waugh, Wodehouse, Delibes, Miguel Ángel Aguilar y Manuel Vicent, y en lo periodístico, Carlos Blanco, el periodista de la SER.

Si se le pregunta qué consejo daría a un joven que quiere dedicarse al periodismo, dice que no debe buscar el estrellato, que la labor del periodista es informar, interpretar, valorar y opinar, y hacerlo de una forma clara, ordenada y teniendo un conocimiento y un manejo de la lengua que permita acercarse al lector a través de la veracidad y la exactitud.

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Comentarios2

  • Elsy Alpire Vaca

    Interesante artículo del cual rescato el sabio consejo de "el humor que no falte" Gracias.

  • herminia trejo

    interesante artículo,rescato el consejo a los jóvenes en su totalidad y sobretodo el humor.



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