Muchos son los autores que se han especializado en la literatura infantil y que han dado forma a obras que no sólo han divertido sino que han ofrecido numerosas enseñanzas a generaciones y generaciones de niños. Sin embargo, no todos esos escritores han conseguido crear historias que han pasado a convertirse en clásicos, en piezas claves del acervo cultural de sus lectores.
Entre las plumas que sí han alcanzado ese objetivo se encuentra el estadounidense E.B. White (Elwyn Brooks White), de cuya imaginación salieron varios libros que han pasado a ser lecturas casi obligadas para los pequeños de su país, e incluso de fuera del mismo:
Stuart Little
En el año 1945 fue cuando vio la luz este relato, llevado posteriormente al cine, que gira en torno a una familia: los Little. Se trata de un matrimonio feliz que vive en Nueva York y que tiene como hijo pequeño a Stuart. Pero, ¿qué singularidad posee este? Que es un ratón.
A pesar de eso, tendrá una vida muy similar a la de cualquier niño: estudiará, recibirá el cariño de sus padres, se divertirá, forjará amistades y protagonizará un sinfín de aventuras, que le servirán para aprender en la vida.
La telaraña de Charlotte
1952 fue, por su parte, el año en el que E.B. White tomó la decisión de publicar este otro libro que, para muchos expertos en literatura, es la mejor obra de cuantas salieron de su pluma.
Cuenta la historia de amistad que se establece entre dos animales: el cerdito Wilbur y la araña Charlotte o Carlota, que comparten vivienda: una granja. Entre ambos se irá forjando una relación de cariño, apoyo y respeto que se tambaleará en el momento que el arácnido descubra que la intención del propietario del lugar es sacrificar al gorrino.
Por ese motivo, decidirá poner en marcha un plan con el claro propósito de evitar al muerte de su amigo. ¿Qué hará? Entre otras cosas, utilizar su propia telaraña para ir dejándole al granjero mensajes en los que muestra no sólo lo buen cerdo que es Wilbur sino las ventajas que traería consigo dejarlo vivir.
Un plan en el que, además, contará con la ayuda de otros muchos animales del lugar, incluida una rata que, en un primer momento, se muestra muy reticente a participar.
La trompeta del cisne
Además de las dos citadas obras, también hay que hacer especial hincapié en esta otra, publicada en 1973, que viene a ser un canto al amor hacia los animales y a cómo estos y los humanos pueden vivir en armonía.
La historia arranca con la visita de Sam Beaver y de su padre a un cabaña en Canadá. Allí ambos intentarán descansar y disfrutar del entorno, el adulto lo hará pescando y el niño paseando por los alrededores. Precisamente en uno de esos paseos será cuando conozca a una familia de cisnes con la que entablará relación, de modo especial lo hará con el hijo pequeño, con Louis, que es mudo.
Sin embargo, ese problema no evitará que el cisne pueda comunicarse con Sam, que este le ayude a lograrlo y que lleguen a crear una amistad.
¿Dispuesto a leer alguna de las obras de E.B White?
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