Periodista y ensayista son dos de las profesiones que dieron fama y reconocimiento internacional al argentino Bernardo Kordon (1915 – 2002). Sin embargo, no podemos pasar por alto tampoco que gran parte del éxito que experimentó a lo largo de su vida fue gracias a la narrativa. Y es que llevó a cabo una serie de obras que dieron muestra de su buen hacer, de su sabiduría literaria y de su capacidad para crear historias tan atractivas como atrayentes.
Si aún no has llevado a cabo la lectura de sus libros, te recomendamos que empieces por los siguientes:
Vencedores y vencidos
En el año 1965 fue cuando vio la luz este trabajo, que resulta tan conmovedor como realista y amargo. Nos acerca a la figura de un sinfín de personajes procedentes de ambientes y lugares sórdidos, abandonados y míseros, llenos de corrupción o carentes de moralidad. Se trata de hombres y mujeres que se pueden calificar como “vencidos” porque no tienen la vida que les gustaría y se dedican simplemente a intentar sobrevivir en el mundo que les ha tocado.
Así, cobran protagonismo desde Rivas, un hombre torturado, hasta el chino Méndez pasando por Evaristo, que se encuentra metido de lleno en sórdidas situaciones de las que es difícil salir.
Domingo en el río
Este otro libro de Bernardo Kordon se publicó en el año 2000 y viene a ser un compendio de cuentos (El filo de la llanura, Nuestra señora de los gatos, El tren de los contrabandistas, Un rincón para morir…) que toman como escenario e incluso como protagonista a su país natal, Argentina. Y lo hace a través de historias que nos muestran el lado menos agradable del mismo, aquel en el que viven personajes sin suerte, fracasados y arrojados al abismo de la delincuencia, como pueden ser prostitutas o contrabandistas.
De esta manera, tanto los propios argentinos como los lectores que sean extranjeros pueden descubrir las entrañas más duras de una nación mediante relatos que transcurren en estaciones de tren, en hoteles muy sórdidos, en los barrios del arrabal o incluso en cafeterías donde algunos buscan lo que necesitan para acabar con la soledad que les ahoga.
A punto de reventar
Otra obra que es fruto de un compendio de relatos y cuentos es esta, publicada en 1971, que se encuentra conformada exactamente por dos historias diferentes, la que le da título al libro y Kid Ñandubay.
Se trata de dos relatos que, al igual que los anteriores, tienen como protagonistas a personajes marginales o que sencillamente no han conseguido alcanzar una vida mejor, pues el destino y sus decisiones han hecho que se encuentren anclados a unos lugares que son pura supervivencia. Un hombre que se dedica a recordar su adolescencia a través de distintos rincones del mundo y especialmente mediante su barrio o un boxeador son, en concreto, las figuras en torno a las cuales giran estas historias llenas de interés, de emotividad y de dureza, al mismo tiempo.
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