Hay autores a los que volvemos con el paso (y el peso) de los años. A veces, como si fuera la primera vez. Descubrir a Verne fue decisivo para encender mi pasión por las letras. Ha sido uno de los autores que más me ha fascinado en la infancia. Al día de hoy vuelvo a sus novelas y aunque encuentro muchas cosas que me molestan y con las que no estoy de acuerdo, sigue impactándome su capacidad para imaginar mundos y transportarnos a situaciones increíbles. Aquí van tres libros de Julio Verne que he releído y que no han perdido valor ni impacto para mi pasión lectora.
La isla misteriosa
Al igual que otra de las novelas de Julio Verne, «La isla misteriosa» vio la luz primero en pequeños fascículos y como tuvo un gran recibimiento por parte del público fue publicada en formato de libro. Sin duda es una de las historias más populares del escritor francés; sobre la que se han desarrollado películas, series y videojuegos y de la que todos hablamos cuando mencionamos a Verne. Y es que es sin duda un regalo para la imaginación y una aventura inolvidable.
Un grupo de viajeros, a bordo de un globo aerostático, pierden toda conexión con la tierra y quedan suspendidos durante varios días entre las nubes del cielo. Cuando finalmente se consume todo el aire del globo comienzan a caer y lo hacen en una playa cuya identidad desconocen. A partir de ahí comienza una aventura de supervivencia que será alimentada por situaciones de suspenso, que tan bien sabía tramar Verne.
Al igual que en el resto de sus obras, Verne incluye en la tripulación a un ingeniero, cuyos conocimientos químicos y tecnológicos servirán para que el grupo sobreviva y, al mismo tiempo, todo lo que hagan podrá ser justificado a través del discurso de una persona técnica o científica. Ese es uno de los grandes aciertos de la obra de Verne.
«La isla misteriosa» es sin lugar a dudas una de las historias de supervivencia más fascinante que se ha escrito jamás.
Miguel Strogoff
«Miguel Strogoff» fue una de las primeras novelas de Verne que llegó a mis manos y quedé fascinada.
La historia se encuentra ambientada en el siglo XVI, durante la invasión tártara a Rusia. Narra la historia de un conjunto de viajeros que deben atravesar la vasta Siberia, intentando pasar desapercibidos junto al enemigo.
Lo interesante de esta historia es que, si bien cada viajero tiene un objetivo personal único, a lo largo del viaje descubren que las metas de cada uno de los integrantes del grupo interesan a todos, es decir, que mientras se mantengan unidos y luchen para ayudar a sus compañeros a conseguir sus objetivos, entonces el viaje se mantendrá en equilibrio. Este elemento de unión grupal y de sentimiento común es reincidente en Verne y, personalmente, es una de las cosas que más me gustan de sus libros.
Esta historia sigue provocándome entusiasmo y pasión viajera cada vez que lo releo. Te animo a que no te lo pierdas.
El pueblo aéreo
Aunque la ciencia, más precisamente Darwin, ha quitado ciencia a esta historia, donde el tema de discusión es el eslabón perdido, esta es una gran novela que nadie debería perderse.
Dos exploradores blancos llegan a un pueblo cuyos habitantes viven en los árboles. El primer acercamiento les lleva a dudar de la naturaleza de estas criaturas y en gran parte la historia trata sobre lo difícil de entender la vida de los otros sin salirse de un miramiento estructurado.
Si bien es cierto que hay frases racistas, cuesta creer que Verne, si fuera un hombre de nuestro tiempo, pensara así. De hecho, estaba en contra de la esclavitud y en toda su obra da protagonismo a criaturas que son despreciadas o que no gozan del prestigio moral o intelectual frente a la alta sociedad. Sea como sea, es necesario aclarar esto: que muchas frases resultan chocantes. Pero al margen de eso (que no es poco, lo sé) creo que la reflexión en torno a la idea del eslabón perdido y la mucha imaginación que adorna la trama son interesantes y merecen nuestro tiempo.
Si bien no es una de las novelas más interesantes de Verne, creo que tiene algunos elementos que la vuelven única y por los que merece la pena leerla.
¡No te pierdas estas tres maravillas del escritor francés con más imaginación de la historia!
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