Consejos de escritura de Stephen King

Las mejores reflexiones de Stephen King sobre el oficio de la escritura.

Stephen King

Para muchos, Stephen King es uno de los grandes escritores de nuestro siglo. Ha demostrado a lo largo de su carrera tener una mente prodigiosa que le ha permitido convertirse en uno de los narradores más prolíficos y leídos de su generación. Además, es un escritor que ha reflexionado extensamente sobre el acto de escribir, pensamientos que plasmó en su libro Mientras escribo, de referencia para quien desee dedicarse a este oficio. Aprovechando que en unos días se cumple un nuevo aniversario del autor de obras inolvidables como Carrie o El resplandor, vamos a repasar algunos de los puntos más significativos de esa obra. Nuestra intención es revisitar al King que piensa la escritura.

Stephen King y la literatura

Stephen King nació en Maine y tuvo una infancia difícil, marcada por la ausencia del padre y por una vida económicamente precaria. En ese contexto de inestabilidad, la literatura surgió como una luz que supo mantenerle en pie, un espacio que funcionó como vía de escape y que activó en él la fascinación. Este cóctel de desgracias y luz sería fundamental para el surgimiento de su faceta como escritor. Aquel Maine suele ser el escenario de la mayoría de sus historias donde lo positivo de los pequeños pueblos está también atravesado por la fuerza de la censura y los silencios.

Aunque su primer acercamiento a la literatura fue lúdica, pronto comenzó a tomárselo tan en serio que en su primera juventud ya tenía el borrador de su primera novela, aunque tardaría mucho en conseguir que un editor aceptara publicarlo. Pero en el origen, la escritura fue un desafío: redactaba versiones propias de las películas que veía y escribía relatos que vendía por unos pocos centavos entre sus conocidos. Poco a poco esa pasión fue apoderándose de él y exigiéndole más tiempo. En 1974 consiguió publicar su primera novela, Carrie, con la que logró el reconocimiento mundial y se consagró como escritor.

En los años ochenta su fama comenzó a multiplicarse. La publicación de obras como El resplandor, El pistolero (la primera novela de la serie «La torre oscura») y el surgimientos de las primeras adaptaciones importantes en el cine contribuirán con su fama. Su nivel de trabajo en esta primera etapa fue tan excesivo y enfocado en el género del terror, que para explorar otros territorios decidió comenzar a publicar otros libros bajo el seudónimo de Richard Bachman, historias de corte más oscuro y tenebroso pero también menos fantasiosos y más realistas. Así surgieron libros como La larga marcha o Maleficio.

Después de atravesar un período con severos problemas de alcoholismo, los años noventa llegaron para traer algo de quietud y madurez, que darían lugar a la publicación de obras con un cierto corte distinto: Cadena perpetua, La milla verde, etc. Y su prestigio sigue en ascenso puesto que el mundo deja de verlo simplemente como “autor de terror” para reconocer su gran dominio del arte narrativo. Esta etapa de quietud se ve interrumpida por un accidente que casi acaba con su vida y cuya recuperación fue larga y dolorosa. En este tiempo sufre severas dudas sobre la escritura, pero finalmente se recompone.

En el año 2000 publica un libro raro y fascinante: Mientras escribo, memorias sobre el vínculo con la escritura y también reflexiones y consejos para quienes nos dedicamos al oficio. La publicación de King no se ha detenido, continúa siendo prolífico y creativo y ha sabido mantenerse como uno de los grandes escritores de nuestro tiempo y uno de los indiscutibles maestros del género de terror.

Stephen King

King es considerado uno de los maestros uncuestionables de la literatura de terror

Algunos apuntes sobre «Mientras escribo»

Mientras escribo es una obra magnífica en la que King plasma su poética. Encontramos reflexiones literarias y vitales, de un hombre que se ha sentado a pensar en el por qué y cómo de la escritura. ¿Por qué escribimos? y ¿Cómo funciona el lenguaje en los lectores? Entre los grandes aciertos de la obra tenemos su estructura: una primera parte autobiográfica y emocional y una segunda parte técnica. Al final descubrimos la forma en la que King se ha sentido salvado desde la infancia por la palabra y las dificultades a las que también ha tenido que enfrentarse en su intimidad, pero también nos llevamos magistrales consejos sobre qué hacer y qué no en nuestra propia escritura.

Entre los rasgos más preponderantes de esta obra habría que destacar la cercanía y sencillez de la escritura, que nos permiten entender cosas complejas de una forma amena. King utiliza el concepto de «caja de herramientas» para referirse a todas esas cosas que no deben faltarle a una buena historia. Va desglosando la importancia de cada una: vocabulario, gramática y estilo, tres elementos que hay que seguir trabajando toda la vida. Y nos recuerda que para el verdadero dominio de la técnica hay que leer mucho (y bien).

Otro de los aspectos importantes es la escritura como hábito. King insiste en la importancia de escribir todos los días, con horarios fijos, como quien ejercita un músculo que solo se fortalece en la práctica. Sin duda, conseguir ese hábito nos llevará a alcanzar la honestidad del estilo (escribir con claridad, eliminando artificios y buscando nuestra propia voz). Al final, lo importante de escribir es descubrir personajes, situarlos en un determinado contexto y dejar que la historia se vaya desarrollando.

Mientras escribo no es un libro de memorias y tampoco un manual de escritura, es una reflexión honda y sincera sobre el acto de la escritura. Y, sin lugar a dudas, una lectura imprescindible para quien ame este oficio. Una buena manera de preguntarnos quésignifica vivir para y desde la literatura.

Portada de Mientras escribo de Stepehn King

«Mientras escribo» es una obra preciosa sobre el oficio de la escritura



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