Hablar del escritor castellonense Ángel Gil Cheza es hacer referencia a un artista con todas las letras. Y es que, además de escribir, si ha sido conocido en primer lugar es debido a haber formado parte del grupo Mala Hierba, que posteriormente dejó aparcado para comenzar una carrera en solitario como cantautor.
Pero en este caso, no queremos centrarnos en su faceta musical sino, como es lógico, en la literaria. En concreto, hasta el momento ha presentado tres obras, realmente interesantes y atractivas que tienen como nexo común que son fruto de una pluma que, entre otras muchas cosas, prima la emotividad y los sentimientos:
El hombre que arreglaba las bicicletas
2014 fue el año en el que publicó este trabajo, que comenzó su andadura en el mercado digital para luego pasar definitivamente al de papel.
La historia arranca con el fallecimiento de un escritor de novela negra. Una muerte que no sólo ocasiona tristeza a su entorno sino que propicia que se produzca una situación singular. Y es que el testamento que ha dejado exige que tanto su hija como su esposa y una antigua novia irlandesa, a la que dejó abandonada sin dar explicaciones, deban pasar unos días juntas. En concreto, establece que deben pasar el verano en una casa de la playa, situada junto a un taller de bicicletas.
Una exigencia sorprendente que, desde luego, se convertirá en una experiencia única e inolvidable para esas tres mujeres.
La lluvia es una canción sin letra
En el mismo 2014 fue cuando Ángel Gil Cheza tomó la decisión de llevar a cabo la publicación de esta otra obra, que se enmarca dentro de lo que es el género de suspense.
La trama viene a estar compuesta por dos momentos diferentes que tienen a Dublín como escenario: 1014 y 2003. Y es que de esa manera es cómo se descubrirá cómo una historia especial entre dos jóvenes durante la conocida Batalla de Clontarf consigue llegar hasta el siglo XXI. En este caso, el encargado de sacarla a la luz será un joven librero valenciano que llega a Irlanda intentando huir de la justicia.
De esta manera, será cómo se topará con un descubrimiento arqueológico de mil años atrás que le cambiará para siempre, que le permitirá conocerse más a sí mismo e incluso descubrir la grandeza y la miseria del ser humano.
Pez en la hierba
La última novela que el autor castellonense ha publicado hasta el momento es esta, de 2015, que arranca con el viaje de un editor, Miquel Ortells, a su pueblo natal, Vila-Real. Se ve en la necesidad de regresar más de una década después para poder cuidar durante una temporada a su padre, que ha sufrido un ataque al corazón.
Por ese motivo, se reencontrará con fantasmas del pasado e incluso volverá a recordar cosas que quiso borrar de su mente, como el divorcio de sus padres o el singular asesinato de dos menores que se produjo en aquellos años.
Todo eso le ocasionará un auténtico conflicto emocional y ese crecerá con la llegada de Ainara, una escritora navarra a la que él ayuda y que, a su vez, le echará una mano para investigar el mencionado crimen. Una circunstancia que propiciará que estrechen lazos y el amor surja.
Muchos frentes abiertos en la vida de Ortells, a los que sumarán las leyendas del pueblo y los conflictos entre los vecinos.
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