Una mujer que traspasa épocas y fronteras es Laura Martínez-Belli, una autora que nació en Barcelona, creció en territorio panameño, retornó a España y, en 1995, marchó rumbo a Ciudad de México. Años después, armó nuevamente las valijas para instalarse en Madrid, donde desarrolla distintas actividades que combinan la literatura con la docencia.
Haciendo gala de su creatividad y rigor investigativo, Martínez-Belli suma obras interesantes a su producción, cautivando con ellas a lectores de diferentes edades que experimentan atracción por la novela histórica.
“Por si no te vuelvo a ver”, “El ladrón de cálices” y “Carlota” son algunos de los libros que invitan a deleitarse con la habilidad narrativa de esta novelista que, el próximo 1 de diciembre a las 18 horas, participará en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara presentando, de modo virtual, “La otra Isabel”. Aquellos que deseen mantenerse al tanto de las novedades profesionales de esta autora catalana tienen la posibilidad de visitar su sitio web o bien, de contactarse con ella vía Twitter.
– De acuerdo a tu criterio, ¿por qué despierta tanto interés la novela histórica, ya sea para escribirla o leerla?
– Al haber reducido los temarios de Humanidades en las escuelas, nos hemos acercado a estas historias para encontrar en el pasado respuestas que nos permitan entender mejor el presente. La novela histórica hace que lo que en algún momento pudimos considerar aburrido sea divertido.
– ¿A qué personaje o figura de la historia universal admiras? ¿Razones?
– Admirar, no. Me gusta descubrir historias de mujeres que se impusieron al patriarcado o que abandonaron el anonimato. Me interesan personajes capaces de cambiar la Historia de su tiempo o de aportar cambios. Desde Isabel Moctezuma, Julia M. Cameron a Rosa Parks.
– Al dar clases, ¿qué huella pretendes dejar en los asistentes para que esos encuentros los marquen de algún modo especial?
– Tengo 2 tipos de alumnos: los que piensan que escriben bien y los que piensan que escriben mal y normalmente esto es inversamente proporcional a su manera de escribir. Trato de que los que escriben bien descubran su potencial, y que aprendan a confiar. Los otros ya son felices.
– Cuando elaboras relatos para el público infantil, ¿de qué modo trabajas, y con qué motivaciones, para seducir a los más pequeños a través de un texto?
– Solo escribí una vez para niños y no lo volveré a hacer a no ser que tenga nietos. Como dijo Ana María Matute: ser niño no es sinónimo de ser idiota. Al igual que a los adultos, a ellos les gustan las historias bien contadas, con conflicto, grandes personajes y un final digno.
– ¿Cómo influye en tu quehacer literario saber que, en más de una ocasión, tus propuestas han estado entre los libros más vendidos del momento?
– Alan Moore dijo una vez que un verdadero escritor es aquél que en cuanto comprueba que una fórmula le funciona, la abandona, porque si no mata su creatividad. Estoy de acuerdo. Cada libro debe ser una nueva aventura distinta a la anterior. Una oportunidad para hacerlo mejor.
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