La valenciana Elena Bargues, una novelista que se ha licenciado en Historia Moderna y Contemporánea, lleva tiempo cautivando con sus historias a miles de personas que disfrutan los relatos de carácter histórico y/o romántico.
“El encargo del maestro Goya”, “La Fuente del Francés”, “La playa del irlandés” y “Una dulce herencia” son algunos de los títulos que alimentan su nutrida producción literaria.
Antes o después de llegar al final de este artículo, aquellos que deseen saber más sobre las actividades y publicaciones de esta autora que meses atrás participó en el Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda 2023 pueden visitar el sitio web de Elena Bargues o ponerse en contacto con ella mediante las redes sociales.
– ¿Cómo nació, a partir de qué motivación, tu interés por desarrollar la trama de “La fuente del francés”? ¿Quedaste conforme con el resultado?
– Por un artículo sobre la visita de Sagasta a Santander y la comida que Antonio Maura le ofreció en el balneario de La Fuente del Francés en Hoznayo. Pensé que un balneario era el lugar ideal para cometer un asesinato, muy a lo Agatha Christie.
– ¿Qué cuestiones o características despiertan tus deseos de leer un determinado libro?
– Ninguna en particular. Depende mucho de mi estado de ánimo. Me inclino por la novela histórica, la policiaca o la romántica, pero leo igualmente clásicos o narrativa contemporánea; y mucho ensayo y tesis doctorales para documentarme. No leo terror ni ciencia ficción.
– ¿El comentario de qué autora o autor de otra época te hubiese gustado recibir respecto al contenido de “Una dulce herencia”? ¿Motivos?
– Me interesa más la opinión de los lectores. Es una novela costumbrista en la que busqué un acercamiento a la novela de regencia inglesa, pero con un tema español y un siglo después, en 1918. Me hubiera gustado conocer la opinión de las lectoras de los primeros años del siglo XX.
– ¿Cuál es la mayor satisfacción que te da el género de la novela? ¿Razones?
– El continuo reto que supone para la mente. La novela es una puerta abierta a la imaginación. Aparte de la estructura, no hay más barreras como la limitación de palabras, páginas o temas. Todo es válido en función de la creatividad. Cada novela siempre aporta algo nuevo.
– ¿Qué aprendizaje te deja cada una de tus obras?
– Más allá del poso que me deja el proceso de documentación, se ve mi evolución como escritora. Escribir es un oficio y se adquiere experiencia ejerciéndolo. Cada autor deja un rastro de aprendizaje en su obra. Miras atrás y ves errores que te han hecho más sabia, diestra y segura.
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