Voltaire

El 21 de noviembre de 1694, en París, se produjo el nacimiento de François Marie Arouet, un filósofo y escritor que quedó en la historia como Voltaire. El por qué de este pseudónimo nunca pudo ser aclarado: hay quienes indican que se trata de un anagrama, de una derivación de la expresión “petit volontaire” (“pequeño voluntario”) o de la palabra “revoltai” (“revoltoso”) o hasta de la denominación de un feudo que era de su familia.

Voltaire fue el menor de cinco hermanos. Cuando apenas tenía siete años de edad, tuvo que enfrentar el fallecimiento de su madre, quien pertenecía a una familia de la nobleza. Voltaire se formó en un colegio jesuita, estudiando griego y latín. Luego estudió Derecho.

Antes de adoptar su célebre pseudónimo, ya había comenzado a escribir la tragedia “Amulios y Numitor”. Arouet finalmente se convirtió en Voltaire en 1718, después de haber pasado un año en la prisión de la Bastilla por presentar una sátira contra el duque de Orleáns.

Por aquellos años, Voltaire publicó “Edipo” y “La Henriade”, dos obras que le valieron un importante reconocimiento. Un enfrentamiento con un noble, de todos modos, lo hizo volver a la prisión. En 1726 fue desterrado a Inglaterra y recién pudo regresar dos años más tarde. Aquella estancia en suelo británico tuvo una gran influencia en su pensamiento.

“Historia de Carlos XII” y “Cartas filosóficas” fueron sus siguientes obras, donde hizo una encendida defensa de la libertad religiosa e ideológica. Su ataque al cristianismo lo forzó a refugiarse en la morada de Émilie du Châtelet, con quien trabajó en “La filosofía de Newton”.

“Zaire”, “El fanatismo o Mahoma”, “Micromegas”, “Diccionario filosófico”, “La muerte de César”, “Mérope”, “El hijo pródigo” y “Tratado sobre la tolerancia” son otras de las principales obras de Voltaire, quien vivió un tiempo en Alemania y en Suiza antes de regresar a París, donde falleció el 30 de mayo de 1778 ya convertido en uno de los grandes referentes de la literatura francesa.