Pedro Miguel Obligado

En 1892, Buenos Aires fue testigo del nacimiento de Pedro Miguel Obligado, un hombre con habilidades creativas y gusto por la escritura que, además de dejar su huella en la literatura argentina, dio conferencias, sumó experiencia como guionista y trabajó como profesor.

Pedro Miguel ObligadoEs interesante saber, incluso, que en 1916 recibió el diploma que lo acreditaba como abogado y que, décadas más tarde, fue parte de la primera comisión directiva que tuvo la Sociedad Argentina de Escritores. Quien fuera colaborador de la revista “Martín Fierro” y diera clases de Psicología también llegó a presidir la Sociedad de Estudios Lingüísticos.

Tampoco se puede pasar por alto que, junto a Belisario García Villar, Pedro se encargó del guión de Almafuerte, una película que salió a la luz en 1949 y que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina distinguió con el Premio Cóndor Académico al Mejor Argumento Original.

De su incursión en la prosa quedan testimonios impresos como “El canto perdido” y “La tristeza de Sancho y otros ensayos”, mientras que su producción poética se ha enriquecido con obras como “El ala de sombra”, “El hilo de oro”, “La isla de los cantos”, “Qué es el verso” y “Los altares”, por enumerar algunas a modo de referencia. Cabe destacar que, por su talento como escritor, este intelectual consiguió reconocimientos como el Primer Premio Municipal de Poesía en 1922, el Premio Nacional de Letras correspondiente a 1925 y, en más de una oportunidad, el Premio Nacional de Poesía.

Es importante señalar que Pedro Miguel Obligado encontró la muerte en 1967 en la misma ciudad que lo vio nacer. En los años ’70, sus últimas composiciones poéticas se compilaron en un volumen denominado “El andén” que renovó el interés general por su figura y sumó otra opción de lectura para seguir disfrutando, generación tras generación, la sensibilidad artística de este autor.



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